La victoria del Manchester City por 5-1 ante Wolverhampton por la fecha 36 de la Premier League tuvo como protagonista estelar de la jornada en el Etihad Stadium a Erling Haaland con la autoría de los cuatro primeros goles para el tricampeón reinante del certamen, aunque también dio que hablar fuera de la cancha por dos hechos puntuales.
Los gestos exhibidos cuando le tocó salir en lugar de Julián Álvarez no pasaron por alto en el mundo del fútbol, pero la polémica volvió a ubicarlo en el centro de la escena por un conflicto que se remonta a varias décadas atrás y lo tiene involucrado a su padre, Alf-Inge Haaland, con una leyenda del Manchester United, Roy Keane.
En charla con el servicio de streaming ViaPlay, el Androide fue consultado por las declaraciones del atacante con pasado en los Diablos Rojos, quien había definido al noruego como un jugador de la cuarta categoría del fútbol inglés. “Realmente no me importa ese hombre”, manifestó el goleador del campeonato con 25 tantos en la Premier.
En marzo pasado, Keane siguió de cerca la actuación del futbolista de 23 años en su función de analista deportivo para la cadena Sky Sports durante el empate sin goles contra Arsenal, en el que Haaland falló una serie de ocasiones frente al arco de los Gunners: “El nivel de su juego en general es muy pobre, y no solo hoy. En términos de goles, es el mejor del mundo, pero su juego general es muy pobre. Es casi como un jugador de League Two (cuarta categoría del fútbol inglés)”. “Su juego general tiene que mejorar, pero lo hará en los próximos años. Es un delantero brillante pero tiene que mejorar su juego en todos los aspectos”, sentenció.
Las palabras del ganador de la Champions League con Manchester United provocaron mucho revuelo en Inglaterra hasta el punto de que Pep Guardiola defendió a su dirigido, que acumula 7 goles en los últimos 4 partidos disputados del torneo local. Y la respuesta de Erling Haaland trajo al presente un recuerdo oscuro de su familia porque una violenta entrada de Roy Keane empujó al retiro a su padre a los 30 años.
El origen del conflicto tuvo lugar en 1997, cuando Alf-Inge militaba en el Leeds y su rival ya despuntaba en el United. El nórdico acusó al irlandés de fingir una lesión en medio de una disputa por la pelota, pero se había roto el ligamento cruzado de una de sus rodillas. La ”venganza premeditada” sucedió en abril de 2001, cuando Haaland jugaba en Manchester City.
La agresividad de la plancha lanzada contra la rodilla derecha del representante Ciudadano derivó en tarjeta roja directa. Según manifestó el diario británico The Sun, Haaland disputó cuatro partidos como suplente la temporada siguiente y se vio obligado a colgar los botines. Inicialmente, Keane recibió tres partidos de sanción y una multa de 5.000 libras (más de USD 6.200).
Sin embargo, la publicación de la autobiografía de Roy Keane puso a las claras que su infracción buscó lesionar al padre de Erling: “Hay cosas que lamento en mi vida y lo ocurrido con él no es una de ellas. Ya había esperado bastante. Me esforcé para golpear con fuerza. La pelota estaba allí (creo)… Toma eso, cabrón. Y no vuelvas a mirarme burlándote de falsas lesiones”.
“Que no se pare nunca más sobre mí con desprecio hablando de lesiones falsas. Incluso en el vestuario después, yo no tenía remordimientos. Mi actitud fue, ‘a la mierda con él’. Lo que va, vuelve. Se puso sus recompensas sólo. Él me pegó a mí una y mi actitud es ojo por ojo”, agregó sobre el suceso que marcó la carrera de Alf-Inge Haaland. Esta confesión motivó un nuevo castigo de la FA (Asociación de Fútbol) con cinco partidos sancionado y una pena económica de 150.000 libras (más de USD 188.000)