Abrazó el budismo, se refugió en el campo y hace diez años que no juega al fútbol: la nueva vida de Roberto Baggio

El Divino ganó el Balón de Oro en 1993 y tuvo una carrera brillante en el fútbol italiano y su selección. Su transformación

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Roberto Baggio en uno de
Roberto Baggio en uno de sus posteos de Instagram

Roberto Baggio es una referencia histórica del fútbol italiano. El ex jugador del Brescia, Milan, Fiorentina y Juventus, que fue subcampeón del mundo con la Azzurra y ganador del Balón de Oro en 1993, está completamente alejado del deporte y disfruta del tiempo libre junto a su familia en su campo en las afueras de Vicenza, donde hace tareas agrícolas y se conecta con la naturaleza.

El Divino volvió a ser noticia en estos días luego de realizar un posteo en su cuenta de Instagram en el que sorprendió a sus seguidores con una imagen suya con el pelo largo y algunos kilos de más. “Próximamente... Narcos 4″, bromeó el italiano por su parecido con los personajes de la serie y a continuación mostró su verdadera figura, confirmando que se trataba de un chiste.

Algunos de los usuarios lo tomaron con gracia y otros le pidieron que regrese al fútbol italiano, en el rol que más le guste, pero que vuelva, ya que lo consideran como un número uno. La realidad es que Baggio, de 57 años, no quiere saber nada con el deporte que lo vio triunfar y su refugio es pasar los días en su finca de Altavilla Vicentina, un pueblo de poco más de 12 mil habitantes.

Su ruptura definitiva con el fútbol (se había retirado como profesional en 2004), según reveló en declaraciones al diario Il Foglio que compartió el medio Relevo, se desencadenó en el Partido por la Paz en Roma, el cual encabezó el Papa Francisco y del que participó Diego Maradona en 2014. “Se tenía que jugar el 1 de septiembre, un lunes. Estuve entrenándome tres meses. Iba a Bologna tres veces a la semana para estar en forma para ese día. Era viernes por la noche, y debía ser el último entrenamiento antes del partido. Me lesioné cuando intenté patear tiros libres. Al tercer remate me lesioné el músculo. A Roma fui, aunque no podía ni caminar. No podía faltar ese día. Jugué sólo la primera parte, pero fue un sufrimiento enorme. Dije basta, sin concesiones”, confesó Roberto.

Roberto Baggio en la inauguración
Roberto Baggio en la inauguración de una plaza en Florencia en honor a un maestro budista, la religión que profesa el ex futbolista italiano

“Hoy mi felicidad es levantarme por la mañana en medio de la madre tierra. Estoy satisfecho y lleno por dentro. Apreciar las pequeñas cosas me hacen estar bien. Durante lustros ignoré el sufrimiento interior, pero ahora lo afronto gracias al budismo. Así lo supero todo, ya basta de quejas y excusas. Perdí demasiado tiempo ahí”, dijo el italiano, que fue protagonista en la final de la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994 al fallar el penal decisivo en la serie contra Brasil.

Baggio contó que su acercamiento al budismo se dio durante su etapa de jugador en la Fiorentina cuando su amigo Fabrizio Boldrini, un practicante de la religión, lo vio perdido en medio de sus lesiones y decidió ayudarlo. A Roberto le cambió la vida y en una de sus publicaciones lo reconoció al fotografiarse en la inauguración de una plaza en Florencia que recibió el nombre de un maestro budista.

La leyenda italiana, que tiene en su haber 643 partidos con 291 goles siendo además el cuarto máximo anotador de la historia de su selección, vive a su ritmo, alejado del ruido, rodeado de árboles y suele hacer paseos en su 4x4 y cazar. Su familia pasó a ser lo prioritario y esporádicamente hace algunas apariciones en público o en sus redes sociales que le maneja su hija Valentina. Como dijo en alguna ocasión, su felicidad pasa por lo simple y está en su interior, según describió Relevo.

Roberto Baggio vive en un
Roberto Baggio vive en un pueblo de 12 mil habitantes en las afueras de Vicenza, Italia (Instagram)
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