El pasado 21 de enero se cumplió el quinto aniversario de la trágica muerte de Emiliano Sala. El argentino, que había sido transferido del Nantes de la Ligue 1 al Cardiff City (en 2019 competía en la Premier League), había desaparecido en el Canal de la Mancha en pleno vuelo cuando iba a firmar su nuevo vínculo. Tras una larga búsqueda, que incluyó la colaboración de varios países y la participación de buscadores de tesoros marinos, se logró encontrar los restos de la aeronave que transportaba al futbolista desde Francia hacia Reino Unido.
A casi un año que la FIFA ordenó al Cardiff City pagar las últimas dos cuotas del pase del futbolista argentino valorada en 17.000.000 de euros (de 6 y 5 millones, respectivamente) correspondientes al depósito estipulado para el 1 de enero de 2020 y 2021, sumado a un 5 por ciento de interés, se produjo un giro en el caso que conmocionó al mundo del fútbol.
Según un reporte del diario L’Equipe, de Francia, el club galés presentará sus conclusiones en una nueva audiencia ante el Tribunal de Comercio de Nantes y le solicitará a la justicia civil que condene a la institución francesa a pagarle una suma de 120,2 millones de euros por “completar”. Hay que recordar que cuando se produjo la desaparición de Sala, el Cardiff City militaba en la máxima categoría del fútbol en el Reino Unido y al final de la temporada descendió (2018-2019).
El medio deportivo explicó que el club británico, que en la actualidad es parte de la segunda división (marcha en el 11° lugar de The Championship con 62 puntos), contrató los servicios de una empresa especializada en “ciencia de datos” del fútbol llamada Analytics FC. Luego de la investigación que llevaron adelante, que incluyeron los goles que esperaba el equipo de parte de Sala y los puntos que esos tantos le hubieran significado, fue que determinaron la probabilidad que hubiera tenido Cardiff de mantenerse en la Premier League.
El reporte al que accedió L’Equipe indicó que dicha probabilidad, en un escenario llamado “equilibrado” donde el atacante nacido en la ciudad de Progreso, Santa Fe, habría jugado el 60 por ciento de los partidos de Los Azulejos hasta el final de la temporada tras su traspaso, se evaluó precisamente en 54,2%.
Un experto jurídico y financiero de origen francés que nombró el Cardiff llamado Maurice Nussenbaum estableció la “pérdida de suerte” y el daño total que sufrió el club tras la muerte de Sala en los poco más de 120 millones de euros gracias a dos escenarios: el déficit que sufrió la institución entre la primera temporada que hubiera jugada el argentino y 2022-2023 tras el descenso que dejó pérdidas estimadas en casi 53 millones de euros y su descuento en el valor de mercado (67.300.000 de la moneda de la Unión Europea).
Además, el club galés le solicitará al Nantes unos 2 millones de euros extra por el “daño a su reputación” tras el accidente que terminó con la muerte de Sala, que por entonces tenía 29 años cuando desapareció en el Canal de la Mancha. Por su parte, el combinado francés también inició un proceso de “reconvención”, según las informaciones que maneja el periódico francés.
Hay que recordar que en noviembre de 2021, el Assize Court de Cardiff anunció que David Henderson, el piloto que coordinó el vuelo en el que perdió la vida Sala, fue encontrado culpable por negligencia y condenado a 18 meses de prisión. El piloto de 67 años fue apuntado por no seguir las normas de seguridad elementales para diagramar el traslado en el avión monomotor Piper Malibu con matrícula N264DB que se precipitó en el Canal de la Mancha con Sala a bordo mientras era piloteado por David Ibbotson.
Henderson, que enfrentó cinco años de prisión por poner en peligro la seguridad de una aeronave y otros dos años por intentar sacar a un pasajero del Reino Unido sin permiso, finalmente fue sentenciado “en detrimento de la seguridad” y “porque no se han tomado las medidas que debían tomarse”, dijo el fiscal Martin Goudie en la audiencia de sentencia. Tras la resolución, la justicia rechazó que el piloto hubiera “presionado” para organizar el vuelo entre Nantes y Cardiff.
Los investigadores llegaron a la conclusión que Sala, y posiblemente el piloto David Ibbotson, cuyo cuerpo nunca apareció, sufrieron un “envenenamiento grave por monóxido de carbono” que los dejó “inconscientes” antes que la aeronave se estrellara en el Canal de la Mancha.