La derrota del Barcelona en Champions League a manos del PSG por un lugar en las semifinales del torneo internacional no sólo significó un duro golpe deportivo para el conjunto dirigido por Xavi Hernández, sino que también destapó los problemas internos que atraviesa el vestuario culé después de una serie de declaraciones cruzadas entre dos miembros pesados del plantel.
Ante los micrófonos en la zona mixta después de la derrota, el mediocampista alemán Ilkay Gundogan analizó la goleada sufrida y cuestionó la acción de su compañero Ronald Araujo, quien fue expulsado a los 29 minutos del primer tiempo.
“Estoy decepcionado, muy decepcionado. Estaba en nuestras manos y se lo hemos regalado al PSG. Se lo hemos regalado de la forma más fácil. Esto es la Champions League. No importa el rival, es imposible remontar si uno de tus jugadores es expulsado”, lanzó el ex Borussia Dortmund y Manchester City.
“Estamos muy decepcionados. Sentíamos que teníamos el control del partido antes de la tarjeta roja. Si es falta, es tarjeta roja. No he visto la repetición y seguramente ustedes lo sabrán mejor. Es difícil de decir, pero en estos momentos cruciales debes estar seguro que puedes recuperar el balón. Si no consigues la pelota, y no sé si la toca o no, debes dejarlo ir”, consideró, haciendo referencia a la decisión que tomó el uruguayo sobre Bradley Barcola, quien se iba sólo ante Ter Stegen.
“Prefiero conceder el gol o dejar al delantero en el uno contra uno. (El jugador del PSG) tiró el balón largo y no sé si llegaba a la pelota. Podía darle la oportunidad a nuestro arquero y que nos salvara o incluso conceder un gol. Ponerte con un hombre menos por la roja tan temprano en el partido te mata”, sentenció.
Unas declaraciones que rápidamente recorrieron el mundo y que en poco tiempo llegaron a oídos del central. En su presentación durante la decimonovena edición del Relats Solidaris de l’Esport, el defensor charrúa fue consultado por las palabras de Gundogan y respondió sin vueltas.
“Prefiero guardarme para mí lo que pienso. Tengo códigos y valores que creo que hay que respetar”, contestó de forma tajante. “Estoy triste por la eliminación, como todos los culés, Teníamos en nuestras manos la clasificación. La jugada es fortuita, está al 50 y 50. Si no pita no pasa nada, si pita me tiene que expulsar, pero estoy triste”, añadió sobre lo que ocurrió en el Estadio Olímpico Lluís Companys.
El vestuario acabó sumamente afectado tras la derrota. Incluso varios aficionados consideraron que Jules Kounde (central azulgrana) tomó partido y defendió a su compañero, mientras que otros entendieron que fue un comentario generalizado.
“Es una decepción inmensa no clasificarse para las semis cuando teníamos todo para hacerlo. Por cierto ganamos como equipo y perdemos también como equipo, siempre. Toca recuperar y prepararse para el Clásico de este domingo. Gracias por el apoyo”, escribió el francés. Un texto que fue aplaudido por compañeros como Marcos Alonso, Sergi Roberto y Vitor Roque.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Ilkay Gundogan hizo declaraciones en contra del equipo. Tras el Clásico frente al Real Madrid, en el que cayeron por 2-1 en octubre, el alemán remarcaba: “Vengo del vestuario y obviamente la gente esta decepcionada después de un partido tan grande, tan importante y de un resultado tan innecesario. Pero me gustaría ver más enfado, más decepción. Esto es parte del problema. Tienen que expresar más emociones cuando pierdes y cuando sabes que puedes jugar mejor. Hay que hacerlo mejor en ciertas situaciones y no reaccionamos. Luego se traslada en el campo. No vine aquí para perder este tipo de partidos o permitir que se abran estas brechas”. Palabras que resonaron en la Ciudad Condal y por las que el propio entrenador Xavi Hernández tuvo que salir a dar explicaciones.
El Barcelona no tiene tiempo de lamentarse tras la dura eliminación de Champions League ya que este fin de semana está obligado a quedarse con los tres puntos ante el Real Madrid en su visita al Santiago Bernabéu si quiere seguir con chances de pelear el campeonato local, el último título en juego para un plantel que perderá a su entrenador al final de la temporada.