Nicolás Laprovíttola volvió a mostrar su fanatismo por Lionel Messi y la selección argentina. Esta vez, no fue un desaforado grito de gol como ocurrió el día de la obtención del Mundial de Qatar 2022, sino que a modo de homenaje lució unas originales zapatillas con la figura del capitán argentino.
No fue el único, ya que también mostró en su pie diestro a Goku, uno de los principales personajes de la popular saga de dibujitos animados Dragon Ball.
El calzado del basquetbolista argentino del FC Barcelona no pasó desapercibido en las redes sociales y como era de esperarse causaron furor. “¿Es usted más del pie derecho 🐉 o del pie izquierdo? 🇦🇷🤪”, fue la pregunta de la cuenta oficial del club español junto a las imágenes que se volvieron virales.
Las zapatillas con el color de la bandera nacional, celeste y blanco, cuenta con la figura del capitán de la selección argentina en el momento que besaba el título mundial logrado en Qatar en 2022, tras superar en los penales a Francia en el estadio Lusail. Una foto icónica que quedó grabada para siempre en la memoria, también en la piel con los tatuajes o en innumerables banderas, de los argentinos y los amantes de Lionel Messi.
Nicolás Laprovíttola fue una de las figuras del triunfo del FC Barcelona este fin de semana ante Basket Girona en el clásico Cataluña por 75-81. El argentino anotó 18 puntos y terminó como el segundo máximo anotador del equipo, detrás del ala pivote estadounidense Jabari Parker, quien sumó 20 tantos.
El entrenador español Roger Grimau eligió al base argentino como titular. En los 23 minutos que estuvo en cancha en el estadio Palau Girona-Fontajau, firmó una planilla con 3-9 aciertos en dobles, 2-5 en triples y 6-7 en libres. A esto le sumó un rebote y dos asistencias.
Nicolás Laprovíttola también se había vuelto viral por su desaforado festejo en el momento que Argentina logró el título en Qatar 2022. Aquel 18 de diciembre, el base argentino terminó abrazado al técnico de su equipo, el lituano Sarunas Jasikevicius. En la previa del partido que por la Liga Endesa, el conjunto catalán le ganó a Unicaja Málaga por 78-60, el escolta bonaerense, de 32 años, vivió con intensidad -y en el vestuario- la definición por penales en el duelo con Francia (3-3) en el estadio Lusail, de Doha.
“Vamos carajo!!!”, exclamó el ex jugador de los San Antonio Spurs de la NBA, una vez que observó –a través de la pantalla de TV instalada en el camarín- cómo Gonzalo Montiel convertía el remate decisivo para la consagración del equipo del DT Lionel Scaloni. A partir de allí, el perimetral oriundo de Castelar saludó y estrechó sus manos con un par de compañeros hasta fundirse en un abrazo con el DT ‘Saras’ Jasikevicius, quien lo contuvo ante tamaña alegría que le provocó la obtención del título.
En ese entonces, Nico reconoció: “Es uno de los mejores días de mi vida. Los he vivido con mucho nerviosismo, muy tenso todo el partido. Vi el primer tiempo en casa y vine corriendo para acá. Me esperaba Dani, el utillero, para ver el partido y cómo sufrimos”, explicó el base de Morón a las cámaras de televisión tras el partido. Laprovittola elogió a los héroes de la Albiceleste: “El Dibu Martínez, Messi, Angelito Di María... Son gente muy ‘grossa’. Y nada, muy feliz por ellos y por nosotros. No hay nada más lindo que ser argentino”.
El jugador del Barça se perdió parte del calentamiento mientras festejaba el título mundial de la selección argentina de fútbol: “Mientras los otros estaban acá tirando, yo estaba saltando en el vestuario, gritando y abrazando. Todos mis compañeros me han aguantado. Casi rompo todo el vestuario, pero había que dejarlo vivo para toda la temporada”.
A la pregunta de Messi o Maradona, Laprovittola no dudó: “Messi. Lo tenemos hoy y lo disfrutamos tanto. No importaba el resultado de hoy, ya ha demostrado lo líder que es. Además de merecérselo, se lo ganó. No tengo palabras”.
Algo parecido mostró, en lo que respecta a festejo, el santafesino Juan Francisco Fernández. El ala pivote del Fuenlabrada vivió la definición de la Copa del Mundo de fútbol en Qatar, a través de la radio y con auriculares, mientras hacía el calentamiento precompetitivo con el equipo madrileño, que cayó ante Baskonia por 102-88. Una vez que el interno tomó conocimiento de la conquista, dejó el rectángulo de juego y se marchó –gritando y en soledad- hacia los vestuario del pabellón Fernando Buesa Arena, de Vitoria Gasteiz.