El Barcelona dio el golpe en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League: le ganó 3-2 al PSG de visitante. Sin embargo, luego del cotejo, la transmisión de Movistar+ fue vetada para tener entrevistas con los protagonistas a raíz de un comentario de su analista invitado: Germán Adrián Ramón Burgos.
El ex arquero de la selección argentina, quien fuera ayudante de campo del Cholo Simeone y director técnico principal en Newell’s y el fútbol griego, fue invitado para comentar el duelo. Y antes del encuentro, mientras se daba el calentamiento, ensayó una broma que generó el repudio de los protagonistas y los fanáticos en las redes sociales.
“Mira mira, mira, mira qué calidad, mira qué toquecitos de Lamine Yamal”, dijo una de las comentaristas, elogiando la habilidad del juvenil para hacer jueguitos. “16 añitos”, añadió otra voz. Fue ahí que irrumpió el Mono con la frase de la discordia. “Ojo que si no le va bien termina en un semáforo, eh”, soltó y desató incluso algunas risas.
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Enseguida, surgieron las críticas en las redes. “No lo había visto y la verdad es que la broma se le fue bastante”, le apuntó el reconocido periodista Manu Heredia en X (antes Twitter). “Lamine Yamal, de 16 años, ha crecido en el barrio de Rocafonda, de los más pobres de Catalunya. Hoy, el Mono Burgos ha dicho esta racistada en Movistar: ‘Si no le va bien acaba en un semáforo’”, el periodista y escritor Fonsi Loaiza.
La consecuencia fue que tanto la UEFA como el conjunto local y el Barcelona optaron por vetar a la transmisión de la que participó el ex guardameta de la posibilidad de realizar notas en la zona mixta con ambos planteles y también de manera particular.
Burgos, de 54 años, procedió a ofrecer disculpas una vez que terminó el partido, en el que Yamal mostró un alto nivel, al punto que, por ejemplo, inició la jugada del 1-0 a partir de un pase con el revés del pie al centro del área (tras un rechazo, Raphinha hundió el balón en la red). “Fue un comentario sin tratar de herir a nadie. Es una cosa que hablamos de fútbol y nada más. si alguien se sintió ofendido, lo siento y pido disculpas públicas porque no fue mi intención”, dijo el hoy DT.
En efecto, en los vestuarios del fútbol argentino, es una frase que también suele utilizarse para los futbolistas que gustan de los lujos y tienen facilidad para los jueguitos, a modo de aguijón o de advertencia para que le añadan utilidad a su habilidad. Es lo que intentó explicar el Mono, aunque a esa altura su broma ya lo había sentenciado en la opinión pública europea.