Corría el minuto 37 del complemento cuando los corazones de los hinchas de Boca Juniors se paralizaron. Después de haber quebrado la resistencia de Sportivo Trinidense, gracias al gol de cabeza de Aaron Anselmino para el 1-0, un ataque de la visita generó peligro en el área local. A los pocos segundos, el árbitro del encuentro detuvo el juego y se acercó al monitor del VAR tras un pedido de revisión.
¿Qué sucedió? Luis Advíncula tocó la pelota con su mano izquierda dentro del área luego de bloquear a un jugador del equipo paraguayo para evitar un disparo al arco de Chiquito Romero. Luego de un breve tiempo de consultar la acción, el árbitro Gustavo Tejera acompañó la mirada del video arbitraje y no sancionó la pena máxima.
Conmebol difundió el audio y las imágenes de la jugada e indicó que el VAR identificó una “falta del atacante y producto de esta infracción, el jugador defensor toca el balón con la mano”. Acto seguido, invitó al juez a revisar la acción. “No hay nada, no hay nada”, se lo escucha repetir en varias ocasiones al réferi de Uruguay.
“Pega en la mano de Advíncula, que está ampliando volumen, pero me parece que el brazo es por producto de la falta. Producto de la falta que le hace el jugador blanco”, dice en el video el responsable del VAR Juan Lara junto con la asistencia de Carlos Poblete (AVAR).
“Le vamos a mostrar la mano de Advíncula, pero con la falta previa a favor. Hay un golpe antes de la mano”, agregó Lara antes de solicitarle al árbitro del encuentro que se acerque al monitor ubicado entre los dos bancos de suplentes de la Bombonera para ver la jugada.
Tras su revisión, Tejera acompaña la mirada del VAR y reafirma que no fue penal. Es más, sancionó infracción del jugador de Trinidense (Juan Vera). “Abajo hay un contacto y también lo carga arriba”, dice el juez uruguayo. “Voy con falta en favor de la defensa”, agrega, antes de recibir la conformidad del encargado del sistema de revisión de Conmebol.
Más allá de esta acción particular, al equipo de Diego Martínez le costó el partido ante un conjunto que no está atravesando un buen momento en el fútbol de su país. Trinidense se ubica en la anteúltima posición del torneo Apertura con sólo 7 puntos y nueve derrotas en 12 partidos. A pesar de eso, el Xeneize fue quien llevó la carga del encuentro y pudo abrir el resultado de la mano de un centro perfecto de Lautaro Blanco que Anselmino conectó para marcar su primer gol tras su debut en la primera división del club de la Ribera.
“Me voy contento, ganar en casa lo necesitábamos. El equipo lo mereció, tuvimos el control y jugamos muchísimo en campo rival. Cada pérdida el equipo recuperaba muy rápido. Esa parte del plan de partido la llevamos muy bien”, analizó el entrenador xeneize. Sin embargo, el DT también reconoció que el rival complicó a su equipo por su repliegue y en este punto, destacó la paciencia de sus futbolistas para poder intentar generar peligro.
“Trinidense es un equipo muy intenso, que incomoda a los rivales con el salto de espacios. Tuvimos paciencia para esa búsqueda. Nos faltó fluidez entre líneas y más precisión, y terminar más jugadas llegando. La victoria es merecida. En el balance marcamos una diferencia que a veces en los partidos no es tan simple poder marcarla. Los cambios nos volvieron a ayudar, a dar frescura. Nos posicionamos con más gente en el área rival. Estoy muy contento por la victoria”, agregó sobre una victoria que pone a Boca en la cima del Grupo D de la Sudamericana hasta el duelo que afrontará Fortaleza -le ganó 2-0 a Trinidense en Paraguay- en Brasil ante Nacional Potosí.