Hace 27 años River Plate y Boca Juniors entregaron uno de los mejores Superclásicos de la historia. Fue un empate 3-3 en el Estadio Monumental, por el Torneo Clausura de 1997. El Millonario remontó un 0-3 en una gran faena y hasta pudo haberlo ganado en el final. Aunque el Xeneize también podría haber ampliado su ventaja en el complemento, lo que lo hubiese encaminado a una victoria. Hubo una polémica jugada entre dos compañeros que generó la bronca de uno de ellos, Sergio Martínez. El otro, Diego Latorre, la recordó.
Fue cuando Gambetita ingresó en el área, enganchó hacia afuera y en lugar de darle el pase remató de zurda (su pierna menos hábil) y el tiro se fue apenas desviado. Por el otro palo apareció solo el Manteca, quien le reprochó porque no le dio el pase. Si convertían, era el 4-1 de Boca Juniors.
“No me la acordaba. No soy zurdo, pero ya tenía hecha la jugada. ¿Cómo hacés en ese momento en el que estás apareado con el defensor con el arco en diagonal, sin otro obstáculo que no sea el arquero, para asociar y darle la pelota a tu compañero?”, esgrimió Latorre en el pase entre F12 y F90 en ESPN.
“No estaba en posición de desborde y centro atrás, estaba en posición de remate al arco”, agregó el ex delantero. “Para mí fue la mejor opción, si fuese al revés le diría ‘la verdad que me la comí'. No lo ví. No fui morfón, hoy haría lo mismo ahora”, aseguró.
Acto seguido, Mariano Closs le dijo en broma que por esa jugada “se habían distanciado” y Latorre respondió “yo tampoco sabía eso”, algo que generó risas en el estudio. El que salió en defensa de Diego fue su ex entrenador, también en el elenco de La Ribera, Carlos Aimar, quien sostuvo que “las dos estaban bien. Si era gol no se decía nada”. Con el Cai, Boca Juniors ganó la Supercopa de 1989, cuya segunda final se impuso por penales ante Independiente en Avellaneda luego de dos empates sin goles tanto en La Bombonera como en el Libertadores de América-Ricardo Bochini.
En el choque bajo análisis, Boca Juniors se había puesto en ventaja con los goles uruguayos de Gabriel Cedrés y un doblete del propio Martínez. En uno de sus tantos, Latorre, en lugar de darle el pase, remató al arco y tras el desvió de Roberto Bonano, el Manteca mojó.
Antes del irse al descanso Sergio Berti descontó para River Plate, que luego achicó más la diferencia con el tanto de Facundo Villalba (una típica suya definición picando la pelota) e igualó con un cabezazo de Celso Ayala. Leonel Gancedo estuvo a punto de conseguir el 4-3 heroico que hubiese sido una hazaña, pero remató desviado dentro del área.
En esa época River Plate era dirigido por Ramón Ángel Díaz y ganó aquel certamen, en lo que fue la segunda conquista del tricampeonato. Se sumaron los Clausuras 1996 y 1997. En tanto que Boca Juniors era conducido por Héctor Rodolfo Veira y ese día tuvo de titular a un joven Juan Román Riquelme.