Una situación insólita y repudiable se dio en un tradicional torneo de fútbol infantil. Un episodio que tuvo como protagonista al ex jugador de Boca Hernán Grana, quien actualmente se desempeña en All Boys y atravesó un momento de locura cuando invadió la cancha en la que jugaba su hijo para intentar increpar al árbitro del encuentro.
Lejos de dar el ejemplo, el lateral que surgió de Platense y concretó una trayectoria profesional por Los Andes, All Boys, Lanús, Quilmes, Belgrano y Ferro acaparó la atención de los espectadores cuando saltó desde las pequeñas gradas para invitar a pelear a las autoridades que impartían justicia en el choque amateur de los menores de edad. “¡Cobrá bien, dale!”, fue el primer grito que registró un testigo con la cámara de su teléfono celular. “¡Dale Gordó, cobrá bien! ¡Lo viene agarrando de la camiseta!”, continuó mientras dejaba el mate hacia un lado y se disponía a ingresar al terreno de juego.
Con remera negra, una bermuda desgarrada y zapatillas blancas, el defensor que hasta la temporada pasada se desempeñó en el conjunto del Oeste no dudó en entrar a la cancha y sacarse de encima con empujones a los que tenían el deseo de calmarlo. Entre los pedidos generalizados que reclamaban que echaran al intruso y otros involucrados que le pidieron a Grana que se retirara para dejar de hacer el ridículo, el árbitro ni siquiera lo miró y optó por alejarse cuando entendió que podría recibir alguna agresión.
Los entrenadores, algunos padres y otros adultos intervinieron para persuadir al futbolista y llevarlo de nuevo hacia el sector detrás del arco, donde quedó a regañadientes insultando a todos los que se cruzaba, incluido al juez. Un papelón que no pasó a mayores, en el que dejó como únicas víctimas a los chicos que en lugar de divertirse durante su proceso formativo, presenciaron una escena lamentable que no debería repetirse.
El propio lateral publicó una historia en su cuenta de Instagram para dar su versión de los hechos. “Fui a hablarle al árbitro porque estaba dejando que nenes de 9 años se pegaran y no les decía nada. Me hago cargo de mi reacción totalmente desubicada y desmedida, no está bien y menos viniendo de un profesional como yo. Pero jamás quise pegarle ni mucho menos”, escribió en su descargo.
Luego de incursionar por varios equipos del Ascenso, Hernán Grana llegó al Xeneize en diciembre de 2013, por pedido expreso de Carlos Bianchi. Sin embargo, su producción fue pobre, como la que interpretó en el partido que fue a ver a su hijo. Como su arribo al conjunto boquense se había dado a préstamo con opción de compra, la dirigencia optó por no adquirir al defensor, quien debió buscar un nuevo destino para su carrera.
El Columbus Crew de la Major League Soccer fue su primera experiencia en el extranjero, donde se destacó, pero luego decidió regresar a la Argentina. Su arribo no fue el esperado y permaneció durante un semestre sin actividad profesional hasta que firmó su vuelta a la entidad de Floresta.
Para el torneo de la Primera B Nacional del 2016 se sumó a Ferro, y luego emigró a préstamo a los Estados Unidos para jugar en el FC Dallas, donde disputó 34 compromisos y marcó su único gol contra el New York Red Bulls. En 2017 retornó a Caballito y se consolidó como un referente de un plantel que tuvo como único objetivo el ascenso a la Primera División, pero la desilusión permaneció temporada tras temporada.
En la actualidad es parte de la plantilla de All Boys; de hecho, fue titular en el duelo ante Quilmes en el Centenario, por la fecha 10 de la Zona A de la Primera Nacional. Dejó su lugar en el segundo tiempo -entró Juan Salas- y el conjunto de Floresta cayó por 1a 0 en el Sur.