El clásico de barrio más grande del mundo no da tregua. No importa si el orgullo se pone en juego cuando los protagonistas son de la Primera, de las Divisiones Infantiles, del Fútbol Femenino o de la Reserva, como se dio en este caso. Lo que importa es ganar, pero cuando no se puede, hay que evitar la derrota.
Así lo vivieron los jugadores de San Lorenzo y Huracán, en el derby correspondiente a la séptima fecha de la Copa Proyección, disputado en la Ciudad Deportiva, en las inmediaciones del Pedro Bidegain. En un duelo marcado por la intensidad y la búsqueda de la victoria, el Ciclón y el Globo igualaron 1 a 1, pero el pleito estuvo marcado por la acción de uno de los intérpretes el combinado local.
Todo ocurrió cuando el delantero del Cuervo, Simón Pérez, se acercó al arco opuesto para refrescarse con la botella del guardameta rival, Nazareno Durán, y luego de beber varios tragos vació el envase en el césped para que su adversario se enojara. De inmediato se abrió el debate en las redes sociales, si se trató de una picardía, una especie de juego psicológico a lo Dibu Martínez, o de una trampa.
El equipo dirigido por Leandro Romagnoli se vio inicialmente limitado en su capacidad para generar oportunidades de gol durante el primer tiempo. A pesar de los esfuerzos de Luciano Cuella, cuyos dos disparos no lograron inquietar al arquero quemero.
El elenco de Parque de los Patricios consiguió tomar la delantera en los últimos instantes de la etapa inicial a través de un penal sancionado por una mano del propio Simón Pérez. Fue entonces cuando Leandro Lescano abrió el marcador y selló el 1-0 a favor de la visita.
En el complemento, el combinado liderado por el Pipi intensificó su juego ofensivo en búsqueda del empate. Aunque el equipo azulgrana tuvo oportunidades para nivelar el marcador al principio de la etapa complementaria, Huracán supo mantener su ventaja y equilibrar el desarrollo del juego. Con el reloj avanzando y la necesidad de sumar puntos, San Lorenzo volcó hombres al área rival y recurrió a los centros aéreos como estrategia ofensiva.
A tres minutos del final el esfuerzo del Ciclón rindió sus frutos. Alejo Córdoba, posicionado en la puerta del área, aprovechó un tiro libre desde el costado izquierdo para igualar el marcador con un certero remate. Pero la emoción no terminó ahí, ya que en la última jugada de la tarde, Durán evitó el triunfo del dueño de casa al realizar una destacada intervención ante un remate de Lucas Juárez.
La repartición de puntos no conformó a ninguno. San Lorenzo se quedó con 9 unidades en la sexta posición de la Zona 1 del certamen (a 7 del líder Belgrano), mientras que Huracán llegó a la misma cantidad de puntos, pero en la octava ubicación de la Zona 2 (a 6 de Lanús, el puntero del grupo).