Desde que el caso salió a la luz, el mundo de la Fórmula 1 tiene los ojos posados sobre Red Bull Racing. Christian Horner, jefe de la escudería, fue acusado por una empleada del equipo por conducta inapropiada a través de una serie de mensajes de texto sexuales que salieron a la luz. Hasta ahora, el británico de 50 años quedó absuelto y de hecho estuvo en funciones en los primeros GP del año, pero ahora se conocieron nuevos detalles sobre el “pacto de silencio” entre las partes.
La mujer que acusó a Horner, que fue suspendida con el salario completo desde que el escándalo se conoció públicamente, fue defendida por una amiga personal que declaró de forma anónima a la BBC: “Ella no puede ni quiere hablar. Cada vez que le pregunto algo, rompe en llanto y dice que no tiene con quién hablar porque no tiene permiso para hacerlo. Está muy molesta, muy enojada, muy asustada, muy intimidada, muy sola. Creo que es imposible que la gente entienda, sin estar en su lugar, lo que es para ella”.
Por su parte, un vocero del equipo Red Bull afirmó que las partes firmaron un acuerdo de confidencialidad para que no puedan discutir sobre el caso. Vale mencionar que la filtración de los mensajes de texto incluyeron 79 capturas de pantalla que fueron enviadas de forma anónima a un correo electrónico que también incluía al presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, y al presidente de la F1, Stefano Domenicali.
Otra fuente directa con el entorno de la mujer le aseguró al medio Mail Online que ella se siente completamente decepcionada por la postura que tomó Red Bull Racing en la investigación: “Al igual que ha dicho Christian, quiere poner fin a esto. Si este ha sido un proceso justo e independiente y no se encontró ningún delito, entonces ¿por qué no se presenta de manera transparente y Christian niega que esos WhatsApps sean reales?”.
Desde el lado de la denunciante fueron categóricos y mencionaron que todavía no comprenden cómo en Red Bull exculparon a Horner ante las evidentes irregularidades cometidas. Además, deslizaron que tuvieron varias ofertas económicas para que su historia se vendiera, que ella está decidida a que todo salga a la luz y que se siente “completamente silenciada”. “Está preocupada y asustada por su futuro”, añadieron.
Mientras tanto, el equipo Red Bull se quedó con dos de las primeras tres carreras de la temporada 2024 gracias a Max Verstappen. No obastante, en la escudería acaba de renunciar el jefe de mecánicos Lee Stevenson y se rumorea que el piloto neerlandés podría romper su contrato firmado hasta 2028 antes de tiempo.
Joe Verstappen, padre del campeón mundial, fue visto en una acalorada discusión con el jefe del equipo, aunque negó haber sido la fuente que filtró los mensajes de texto. “Red Bull explotará si a Horner se le permitiera permanecer al mando. Aquí hay tensión mientras él continúa. El equipo corre peligro de desintegrarse. No puede seguir como está. Está jugando a ser la víctima, cuando es él quien causa los problemas”.
Por el momento, Verstappen se centrará en mantener su liderazgo en esta temporada (cosechó hasta ahora 51 puntos contra los 47 del monegasco Charles Leclerc, de Ferrari) y el primer objetivo será culminar en lo más alto del podio en el Gran Premio de Japón del 7 de abril. Sin embargo, la novela que lo vincula con Mercedes parece que recién comienza.