Quincy Promes era una de las grandes joyas del fútbol neerlandés en el presente siglo. El extremo izquierdo tuvo un rol protagónico en la selección de los Países Bajos entre 2014 y 2021 con un total de 50 partidos disputados, entre los cuales se destacó su participación en la última Eurocopa sumado al haber jugado la final perdida contra Portugal por la UEFA Nations League 2019. El ex futbolista de Ajax tenía un próspero futuro por delante, pero en los últimos años cayó en desgracia hasta vivir un calvario tras las rejas.
El diario neerlandés, De Telegraaf, confirmó su detención al comienzo de este mes cuando estaba a punto de regresar a Rusia junto a sus compañeros del Spartak Moscú. Fue retenido por el control fronterizo de los Emiratos Árabes Unidos porque pesaba sobre él una orden de arresto internacional tras haber sido condenado a seis años de cárcel por tráfico de drogas. La acusación recaía en “importar, exportar, transportar y poseer 1.362,9 kilos de cocaína oculta en un cargamento de sal marina procedente de Brasil”, que llegó al puerto de Amberes en enero de 2020. Esa cantidad posee un valor estimado de USD 82 millones.
El hombre de 32 años quedó alojado en una prisión del país asiático a la espera de su extradición a los Países Bajos o Rusia. Ambos pidieron este procedimiento debido a un presunto fraude fiscal, aunque el protagonista preferiría recalar en suelo ruso para evitar cumplir la condena en su país de nacimiento. Aún no se llevó a cabo la mudanza en medio de las “brutales condiciones de vida” que lleva en la actualidad.
El reportero policial, John van den Heuvel, ofreció su testimonio para De Telegraaf en un análisis del cual se hizo eco el matutino británico Daily Mail. “Lo más desgarrador es que se informa que la violación es un hecho cotidiano en la prisión”, reveló el último portal sobre la cárcel de Al Aweer, donde se aloja Quincy Promes. Permanece en una celda para seis personas y descansa en una cama doble: “Además de los seis “afortunados” que tienen su propia cama, también duermen en el suelo de la celda entre diez y veinte detenidos”.
El artículo que lleva la firma del periodista neerlandés asegura que Promes “no está pasando una Pascua feliz en Dubai” e insiste con que “está pasando por un momento complicado”. El deportista está lejos de tener un “trato preferencial”.
Además, manifestaron que hay pocos guardias patrullando el establecimiento, los reclusos deben tener la cabeza rapada en todo momento a partir de su ingreso y son castigados si tienen el cabello largo, con la prohibición también de ver televisión o llamadas a casa. Se le permite al futbolista realizar ejercicio tres veces por semana, pero no hay aparatos especializados para ese fin y tampoco se sirven frutas ni verduras para equilibrar su alimentación.
Tiene la posibilidad de mirar televisión fuera de su celda durante cada jornada en conjunto a los demás prisioneros, aunque desea abandonar los Emiratos Árabes Unidos para ser “enviado a Rusia lo antes posible”. Según el diario del Reino Unido, comparte el lugar de detención con otros cuatro presos de su misma nacionalidad, que también esperan la extradición, más allá que comparte su zona con distintas personas de ascendencia paquistaní, egipcia e india. “No tienen idea de que están en la celda con un famoso futbolista occidental”, afirmaron en el periódico de Países Bajos.
Tiempo atrás, los abogados de Promes se habían hecho eco de la situación procesal de su defendido: “Señalamos que un juez independiente de Dubai decidirá ahora sobre la petición holandesa de extradición. En general, los procedimientos de extradición pueden llevar bastante tiempo e implicar muchos trámites y requisitos formales”. “Esto también es completamente habitual en los Países Bajos. El resultado y la duración del procedimiento de extradición no pueden predecirse en este momento”, manifestaron.
Cabe recordar que el extremo izquierdo ya fue condenado en junio pasado por un tribunal de Ámsterdam a 18 meses de cárcel por apuñalar a su primo en una rodilla y provocarle graves lesiones físicas en medio de una fiesta familiar sucedida en julio de 2020, cuando surgió un altercado por un supuesto collar robado. Se declaró no culpable de “intento de homicidio involuntario”. En ese tiempo, Ajax lo transfirió por ocho millones de euros (más de USD 10 millones) al Spartak Moscú, a pesar de haber abonado en 2019 una cifra superior a los 16 millones de esa moneda (más de USD 20 millones) al Sevilla de España.