Igor Severino protagonizó un incidente que le costó muy caro y comprometió seriamente su prometedora carrera dentro de las artes marciales mixtas (MMA). El luchador de 20 años fue despedido de la UFC (Ultimate Fighting Championship) tras morder a su oponente, André Lima, durante un combate el pasado 23 de marzo. La acción no sólo le costó su primer revés profesional en el octágono sino también su lugar en la mayor promotora de este tipo de eventos del planeta. “Un día estaba haciendo realidad mi sueño en la mejor promoción del mundo y al siguiente, fui excluido”, expresó.
La reacción de UFC no se hizo esperar, siendo el presidente de la compañía, Dana White, uno de los primeros en condenar el acto: “Estos dos son grandes peleadores invictos en ascenso. Lo peor que puedes hacer es morder a tu oponente. Ahora te despiden y pierdes la oportunidad de tu vida”. Esta decisión no solamente representa un duro golpe para el brasileño en lo profesional, sino también en lo personal, ya que el luchador había visto en este deporte una vía para sostener económica y emocionalmente a su familia.
“No hay nada que pueda justificar lo que hice”, admitió Severino tras el incidente, enfatizando su deseo de enmendar su error y obtener una segunda oportunidad en UFC. Sin embargo, sus disculpas y expresiones de arrepentimiento hacia Lima, Dana White, la Comisión Atlética de Nevada, Sean Shelby, Mick Maynard y los aficionados, no han sido suficientes hasta el momento para revertir la decisión de la promotora. “Vengo de orígenes humildes. He trabajado desde muy joven. Salí de mi casa cuando era adolescente para ir a entrenar y venir aquí. Luego, ver cómo todo esto desaparece y de la forma en que lo hizo, es algo que no forma parte de mí. No es lo que soy como persona. Eso no es lo que soy como luchador. Me siento muy arrepentido. Estoy triste”, añadió en diálogo con MMA Junkie.
Además de enfrentarse a las consecuencias profesionales de su acto, el deportista y su familia han sido objeto de amenazas y hostigamientos. “Mi madre no tiene nada que ver con esto. Mi familia no tiene nada que ver con eso”, señaló el luchador.
Tras el incidente, la propia UFC viralizó la imagen del mordisco, bautizándola como ‘Bite of the Night’ (el mordisco de la noche), lo que ha contribuido a la notoriedad del suceso, pero de una manera negativa para la carrera del joven brasileño. Severino, que llegó a UFC con grandes expectativas tras una trayectoria previa invicta, ahora enfrenta un futuro incierto, no solo sobre cómo continuará su carrera sino también sobre el sustento económico de su familia.
“No hay nada que pueda justificar lo que hice. Hice algo mal. Es justo que me castiguen. Me despidieron. Creo que esa es una de las peores cosas que podrían haber pasado. Ni siquiera estoy seguro de si me pagarán algo. No estoy seguro de qué van a decidir porque este dinero ni siquiera es para mí. Es para toda mi familia que depende de mí. Luchando es como llego a fin de mes, como puedo pagar el alquiler”, manifestó.
La reacción de Lima ante el incidente fue singular, ya que decidió inmortalizar la mordida con un tatuaje que muestra los dientes marcados de Severino, acompañado de la frase “Tengo el p… bono de mordida”. Este hecho incluso fue destacado por Dana White a través de una historia en su cuenta de Instagram en la que mostraba cómo había quedado el dibujo en la piel del luchador, junto a un mensaje: “Le iba a dar 25 mil dólares, pero ahora le daré 50 mil. Esto es increíble”.