Gabriel Milito brindó una extensa entrevista en la que contó algunas anécdotas que vivió en su etapa de futbolista en el glorioso Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi. El flamante entrenador del Atlético Mineiro recordó una charla privada que mantuvo que en orientador del Manchester City y aclaró que “siempre estuvieron bien las cosas”, pero aceptó que en esa época había una diferencia de criterios con el técnico catalán. Eso decantó en este singular encuentro que detalló en conversación con el periodista Juan Pablo Varsky en el programa Clank.
La escena se dio luego de un partido de Champions League en 2011 ante el Shakhtar Donetsk en Ucrania. De regreso a Barcelona, en un día libre de entrenamientos, Milito, que había jugado pocos minutos, fue a trabajar con el preparador físico Lorenzo Buenaventura pese al descanso otorgado por Guardiola. “Fui a entrenar y Pep estaba ahí. “Me ve y me manda a llamar por Loren y fui. Me hace pasar y ahí fue que me dice: ‘¿Qué tenes que hacer a las 2?’. ‘Nada’, le respondí. Sin mirarme eh, me dio la tarjetita, y me dijo: ‘Te espero acá'. Nos vimos ahí a las 2, fuimos a hablar y muy bien”, comenzó Gaby.
“La historia fue que me dice: ‘Vamos a hablar de nosotros’. Bueno, si vamos a hablar de nosotros, vamos a hablar de igual a igual y él me dice: ‘Por eso te traigo acá, yo no tengo la ropa de entrenador ni vos la de jugador, de igual a igual’. Ahí vino el mozo y le dije: ‘Traiga un vino por favor’. Lo pagó él, pero lo pedí yo. Fue una charla espectacular, que me acuerdo que estuvimos como tres horas. Encima fue justo antes de la seguidilla de partidos contra el Madrid. Ese año jugamos cuatro partidos en 17 días contra el Real Madrid. Fue una charla muy buena en la que hablamos de fútbol, cosas personales, de todo un poco”, continuó Milito.
Luego, recordó un fragmento especial cuando perdieron en la semifinal de la Champions League (2009/10) contra el Inter de José Mourinho y en el que jugaba su hermano, Diego. “Perdemos en la ida de local y a ellos le echaron a Thiago Motta y yo jugué de lateral derecho para que Yaya Touré se haga volante y lo único que quería Pep era que yo controlara a Samuel Eto’o. Quería que Dani Alves atacara y que Yaya se cerrara, un poco lo que hace con Stones y el que cierra es Aké. Bueno, perfecto, pero a los 25 minutos el partido cambió totalmente, porque Eto’o se fue a jugar de cuatro bis, yo tenía que atacar y nosotros en el banco teníamos a Maxwell, lateral brasilero, un espectáculo, un jugador fantástico, un monstruo. Me acuerdo que eso había pasado como hace un año de esta historia y le dije: ‘¿Te acordas la semifinal que perdimos con Inter? vos por respetarme a mí no me sacaste ni bien echamos a Thiago Motta y me tendrías que haber sacado porque tenías a Maxwell en el banco, un lateral brasileño que ataca 150 veces mejor que yo. Por respetarme esperaste al entretiempo para sacarme y perdimos 20 minutos. Fue así de sincera la charla”, relató.
Al final, Milito dijo que no recuerda si Guardiola le dio la razón en su planteo, pero que le argumentó su decisión. “Me dijo que teníamos que evitar que nos metan un gol porque era de visitante. y él estaba obsesionado con que no nos metan el gol. Ese Inter con mi hermano, con Pandev y Eto’o, de contragolpe era tremendo, y con Sneijder lanzando... Era una maravilla ese Inter. Tenía mucho miedo a eso, por eso jugué. En el segundo tiempo había que hacer dos goles, porque terminó 0-0 y estábamos obligados a hacer dos goles y ahí si hizo ese cambio. un año después entre tantas cosas que hablamos me acuerdo que hablamos de esa situación. Él se acordaba y se reía”, completó.
En otra de las anécdotas, el ex jugador de Independiente y Zaragoza recordó el discurso de Lionel Messi que lo emocionó. Ocurrió en un partido en el Camp Nou ante el Mallorca en el que Barcelona ya era campeón anticipado de la Liga de España. “Pep rotó todo el equipo, entonces Leo, Xavi, Iniesta, Puyol y todos lo que iban a jugar la final contra el Manchester United en 2009 no jugaron y fuimos todos al palco. Diez minutos antes de terminar el partido teníamos que bajar y ponernos toda la ropa de futbolista con la que competíamos de la que yo no me había puesto en todo el año y había que levantar en el campo la copa de la liga. Vi la ropa y no me la pude poner, entonces me fui. Toqué para llamar al ascensor e irme a mi casa y ahí me vio Leo. Me dice: ‘¿Adonde vas? Quedate’. Me fui a mi casa porque nadie se iba a enterar que no estaba. Lo llamé a mi hermano que estaba en Milán que estaba mirando lo festejos y me preguntó dónde estaba. Me dijo que no podía hacer eso. Cuando llegué a casa, Leo ya había hablado y dio unas palabras, que había tenido un año difícil y que había sido un boludo por no haber estado al lado de ellos... Mi señora que estaba al lado mío y sabe lo que pasé, se emocionó. Esa es la historia, quise pasar desapercibido y fue todo lo contrario”, explicó el Mariscal.
En aquel discurso en el Camp Nou, Messi dijo ante la afición culé: “No está acá con nosotros Gaby Mililto. No quiso salir acá porque es un boludo, nada más. Pero a pesar de que no estuvo acá, estuvo siempre al lado nuestro, apoyándonos. Tuvo un año muy complicado y en todo momento estuvo con nosotros. Por eso, esto es de él también”.