La World Rugby analiza la posibilidad de realizar modificaciones drásticas en el deporte para fomentar su atractivo. Uno de los cambios que planea la entidad es reducir la altura del tackle e impulsar una prueba global de la tarjeta roja de 20 minutos. El organismo rector también examinará la chance de reducir el número de sustituciones y reevaluará el trabajo del árbitro de televisión mientras busca acelerar el juego y mejorarlo como espectáculo.
Según informó The Guardian, los cambios más inmediatos se basarán en restringir el uso de portadores de agua y alentar la reanudación de las jugadas con más velocidad desde los rucks. En el largo plazo, se elaborará un plan para hacer una prueba global de tarjetas rojas de 20 minutos, donde el jugador que fuera expulsado no podrá regresar a la cancha y podrá ser reemplazado después del tiempo establecido. La idea se votará en la reunión del Consejo de la World Rugby en mayo, como parte de una “revisión exhaustiva de los procesos disciplinarios y de sanción”.
Otro grupo de trabajo se encargará de investigar el impacto de la fatiga y y la cantidad de sustituciones que se hacen en los partidos “para determinar opciones que puedan crear más espacio en el campo mientras mejoran las tasas de lesiones”. En este sentido, la entidad internacional también revisará el protocolo del árbitro que sigue las acciones a través de un monitor, ya que su función ha sido blanco de criticas por causar demasiadas interrupciones prolongadas en diversos partidos.
“Se trata de establecer nuevos estándares mínimos para los proveedores de tecnología”, ante varias quejas de que las repeticiones no han estado disponibles o no se han mostrado durante el torneo de Seis Naciones. También se llevará a cabo una revisión importante del breakdown, en términos de seguridad y mejora del espectáculo para los espectadores, por parte de un grupo de trabajo.
A partir del próximo martes, como parte de la primera fase del plan integral, se espera que los jugadores utilicen el balón más rápidamente cuando se haya asegurado en un ruck o breakdown. En efecto, es un intento terminar con el popularmente llamado ruck oruga que tanto aqueja a los espectadores. En las últimas horas, la World Rugby también ha recomendado una serie de modificaciones en las reglas que se aprobarán en mayo, incluida la conocida “Ley de Dupont”, que tiene como objetivo “reducir el juego a través de patadas de larga distancia”. La normativa relevante actual establece que los jugadores delante del pateador se consideran en juego una vez que el receptor del kick ha pasado la línea de la pelota o se ha movido cinco metros con él. En tanto que también se incluyen entre las enmiendas recomendadas la eliminación de la opción de scrum en un tiro libre y la prohibición del croc roll.
Con estas medidas, el ente internacional busca alentar los organizadores de los campeonatos a implementar una serie de pruebas que incluye el uso de un reloj de tiro para los scrums y lineouts. “Los movimientos que estamos haciendo se basan en nuestro compromiso de aumentar la relevancia a nivel mundial y nacen del deseo de cambiar para mejor”, dijo recientemente el británico Bill Beaumont, uno de los impulsores de las modificaciones. Y agregó: “Eso significa ser audaz, abrazar el cambio al aumentar el valor del entretenimiento, hacer que nuestras estrellas sean más accesibles y simplificar la terminología y el lenguaje utilizado para explicar el rugby a aquellos que aún no se han enamorado de él”.