El Sevilla vive días agitados, en una nueva irregular temporada que lo ubica en una situación incómoda, ya que no logra despegarse del todo de los puestos de descenso. En ese contexto, tropezó como local 2-1 ante el Celta, pero lo peor, el hecho que marca el tenor de la crisis, se dio llamativamente a los 60 minutos, cuando los andaluces se imponían por 1 a 0.
Fue en ese momento cuando Quique Sánchez Flores decidió reemplazar a Youseff En-Nesyri, autor del tanto del dueño de casa y top scorer del equipo (lleva 13 conquistas en la temporada). Y el marroquí -en su lugar entró Dude Lukebakio- explotó: salió pateando todo lo que tenía a su alcance (una botellita de agua, la nevera con la hidratación para el plantel...) y le gritó distintos reproches al pasar al coach, que en ese momento soportó estoico el embate... Pero por poco tiempo.
Es que, apenas segundos después, encaró hacia el banco para reclamarle su actitud, haciendo aspavientos. El atacante, de 26 años, no se amilanó. Y se puso de pie, terminando de ilustrar el marco de máxima tensión. Ambos tuvieron suerte. Es que el argentino Lucas Ocampos (quien salió en lugar de Suso al mismo tiempo) advirtió lo que podía suceder y se mantuvo en vertical, en forma de barrera hacia su compañero, que se hallaba en pose de agresión al DT.
Acto seguido, intervino el brasileño Marcao, también con intención de separar. Cuando bajó la efervescencia, el desarrollo del partido empeoró las cosas. Es que el Celta, por intermedio de Carles Pérez y Jorgen Larsen, revirtió el score. Y elevó la temperatura.
* Las principales alternativas de un encuentro vibrante
“Ha sido un cambio duro, son los nervios del partido”, se excusó el africano por su reacción. “Yo pienso a todos los jugadores como iguales. Todos tienen el derecho de jugar minutos y, entre ellos, quitarse minutos los unos a los otros”, planteó Sánchez Flores, quien ya había reemplazado a En-Nesyri ante Almería, a 20 minutos del epílogo. “Personalmente, nunca me gusta que en público se pidan explicaciones, pero son situaciones que se resolverán internamente, dentro del vestuario”, añadió.
En el club andaluz dejaron trascender que no habrá sanción para el punta, pero sí un tirón de orejas, que comenzó ante los micrófonos. Por lo pronto, Sevilla tendrá que levantar su rendimiento para no pasar zozobra con su permanencia en la élite: hoy suma 28 puntos, y se ubica seis por encima del Cádiz, último equipo que está descendiendo, junto al Granada y Almería. El próximo sábado visitará al Getafe.