No fue un partido más para Edinson Cavani y no sólo por su gol clave en la victoria de Boca Juniors por 4 a 2 ante Racing en La Bombonera. Es que el duelo por la fecha 10 de la Copa de la Liga significó su primer compromiso como capitán auriazul, ante la ausencia de Chiquito Romero por lesión, y con Marcos Rojo en el banco, a la espera de su puesta a punto tras sus problemas físicos. Y vaya si cumplió con creces...
El charrúa, de 37 años, firmó el 3-2 en un momento clave del partido, corrió y se desgastó, supo pivotear, y hasta sostuvo un tenso cara a cara con Nazareno Colombo en el segundo tiempo. Terminó siendo reemplazado a los 36 minutos del complemento (le dejó su lugar a Jorman Campuzano) y recibió el cariño de todos los hinchas, que poco a poco van disfrutando de su mejor versión.
Hace ocho días, el Matador se había quitado de encima el estigma de la sequía ante la red con los tres goles a Belgrano en la victoria 3-2. Así, dejó atrás una racha de cuatro meses sin convertir (585 minutos). Pues bien, contra Racing se dio el gusto de celebrar su séptima conquista, en un partido que le sirvió a Boca para maquillar su imagen luego del 0-1 contra Unión y para prenderse en la batalla por la clasificación a los cuartos de final de la competencia (quedó quinto, con los mismos puntos de Lanús, que este lunes se pondrá al día visitanto a Tigre).
El grito de Edi llegó tras una combinación entre Kevin Zenón y Lautaro Blanco, que envió un buen centro para el cabezazo con mucha potencia del delantero al ángulo, superando en el salto a Santiago Sosa. Un martillazo que volvió a probar que los goles con la testa pueden ser golazos.
“Intuyo que Lauti iba a tirar el centro y me preparo para cabecear. Sumamos, nos ponemos ahí y ayuda a limpiar un poco la cabeza”, describió el ex Napoli, PSG y Manchester United.
* La pelea entre Colombo y Zenón
Luego mantuvo una disputa tensa con Nazareno Colombo, quien en contra rubricó el 2-2 parcial. Tras una disputa, el ex Defensa y Justicia le dijo “qué te pasa”, lo insultó, quedaron cara a cara. Edinson dibujó un gesto de fiereza y luego lo empujó con el índice en el rostro. El árbitro no amonestó ni advirtió a los futbolistas.
Luego, Valentini, de cabeza, amplió las distancias y Boca sintió que ya había ganado el pleito. Fue ahí que Diego Martínez decidió reemplazar al ariete. “Sabíamos que iba a ser un partido intenso, pasó de todo. La intensidad muchas veces cubre y tapa un poco los errores. Trabajamos todo el partido y lo pudimos ganar”, analizó el punta surgido de Danubio.
“En un partido pasan muchas cosas, y adentro tenemos que estar fuertes para revertir situaciones. Hoy nos tocó vivir un momento de esos en los que estábamos bloqueados, cuando ellos lo dieron vuelta, y el equipo estuvo fuerte de la cabeza”, destacó.
“En el fútbol lo más difícil es ser constante, cuando se logra esa regularidad es lo que te lleva a ganar cosas. Estamos trabajando en eso. Tenemos que ser más sólidos, repetir partido a partido una identidad, que es la que mostramos hoy”, concluyó, con voz de capitán.