El caso que ha generado tensión en la Fórmula 1 sigue desarrollándose, ahora con un giro inesperado tras las nuevas informaciones que confirmaron la suspensión de la empleada que denunció al director del equipo Red Bull, Christian Horner, por “conducta inapropiada”. Según reportes de importantes medios británicos, entre ellos The Times, BBC y DailyMail, esta medida se tomó poco después de que Max Verstappen, figura destacada de la Fórmula 1, expresara su apoyo hacia su padre, Jos Verstappen, en relación con el caso.
Una fuente anónima reveló al medio británico The Sun: “Se hizo evidente que la situación no podía continuar y se decidió suspenderla con el sueldo completo mientras continúan las investigaciones internas”. Este vuelco en el acontecimiento pone de manifiesto la complejidad de las dinámicas internas dentro del equipo Red Bull y sus implicaciones.
La decisión de la suspensión parece estar influenciada por los resultados de la investigación independiente que la semana pasada exculpó a Christian Horner de las acusaciones en su contra. Aunque la empleada tiene la opción de apelar dentro de los cinco días después de recibir la confirmación oficial por escrito, este acontecimiento marca un punto importante en el caso.
En paralelo, The Sun deslizó la posibilidad de que la suspensión pudo haber sido impulsada por una petición de Geri Halliwell, esposa de Horner. Según informaciones, ella deseaba que su marido “cortara todo contacto con su acusador no identificado”, una gestión complicada dado que compartían el mismo espacio de trabajo.
La investigación que absolvió a Horner no ha sido divulgada al público ni a figuras relevantes de la Fórmula 1, manteniendo un velo de misterio sobre los detalles específicos del caso. Red Bull ha optado por mantener silencio en cuanto a pronunciamientos públicos sobre el tema.
El caso tomó un tinte mediático cuando The Times informó que, apenas 24 horas después de la absolución de Horner por el panel de investigación, un correo electrónico con mensajes privados supuestamente entre Horner y su acusadora fue enviado a 149 personas, incluyendo altos ejecutivos de la F1 y miembros de los medios de comunicación. Aunque Horner no ha confirmado la autenticidad de estos mensajes, que contienen cientos de intercambios, se han señalado discrepancias en la correspondencia, por lo que no pudo confirmarse que fueran suyos.
Christian Horner continúa negando las acusaciones en todo momento. A pesar de la controversia, fue visto en el paddock de Jeddah, Arabia Saudita, preparándose para el próximo Gran Premio, sin que la ex Space Girl lo acompañara, como sí lo hizo durante el primer evento del calendario en Barein.
Se espera que el directivo de la escudería austriaca hable con los medios de comunicación en las próximas horas en una conferencia de prensa de la FIA, correspondiente a la presentación previa al inicio de las pruebas, donde posiblemente se abordarán las nuevas dimensiones de este caso que sigue inquietando al mundo de la Fórmula 1.
Si bien se espera que no brinde amplias declaraciones sobre el tema, las preguntas que podría recibira estarán orientadas a esta suspensión y a las recientes palabras de Max Verstappen, quien en apoyo a su padre, afirmó que: “Mi padre, por cómo lo conozco, dice las cosas y no es un mentiroso”.
El piloto neerlandés, que intenta no meterse en asuntos internos para centrarse de lleno en su labor como piloto, hizo referencia al último anuncio de Jos Verstappen, en el que remarcó que la salida de Horner es necesaria para asegurar el futuro de Red Bull y que “no explote”, insinuando un ultimátum para el directivo.