Conocida mundialmente como Paris Fashion Week, la Semana de la Moda en París atrae a los grandes diseñadores y las mejores marcas del mundo. Es una de las atracciones de la especialidad que, junto con otras ediciones en ciudades Milán, Nueva York o Londres, reúne a celebridades del espectáculo y el deporte, en otras disciplinas.
En el marco del evento, llamó la atención la presencia de una gloria del tenis femenino que se retiró en febrero del 2020 después de casi dos décadas de una carrera marcada por el éxito y otras cuestiones que rodearon su trayectoria en las diferentes superficies del circuito profesional de la WTA.
La ex tenista rusa Maria Sharapova fue una de las protagonistas de la semana en la capital de Francia y asistió a diferentes desfiles de moda. Pero lo que llamó la atención entre sus millones de seguidores en las redes sociales fue su nueva apariencia. A poco de cumplir 37 años, la jugadora que fue la mejor del mundo durante 21 semanas y ganó cinco torneos de Grand Slam -Wimbledon en 2004, US Open en 2006, Australian Open en 2008 y dos títulos en Roland Garros en 2012 y 2014-, se mostró con un cambio en el color de su pelo.
Dejó atrás el rubio y ahora tiene un castaño. Además de eso, apareció en una secuencia de postales en su estadía en París en la que visitó una ropa de Valentino, la reconocida marca italiana que lleva el nombre de su creador y que está entre las más icónicas en el mundo de la moda y muy popular entre figuras y celebridades. Los fanáticos de Sharapova remarcaron el cambio de indumentaria de un tamaño mayor (oversize) a la ropa que la tenista utilizaba en otra época de su vida cuando era una estrella del circuito profesional.
Ganadora de 51 títulos y con récord de 647 triunfos y 169 caídas, Sharapova se consolidó como una exitosa empresaria tras fundar su propia compañía de caramelos, Sugarpova, además de trabajar como imagen de reconocidas marcas de lujo como Vera Wang, Ralph Lauren, Nike, Evian, Porsche y Tag Heuer.
La firma de la ex tenista rusa nacida en Niagan durante la época de la Unión Soviética, y que logró una histórica medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, fue valorada en 174 millones de euros y logró superar las críticas iniciales recibidas por la promoción de productos con contenido azucarado. La transición de Sharapova al mundo empresarial se produjo después de enfrentar momentos desafiantes en su carrera como tenista, que incluyó una sanción por dopaje en 2016 que la alejó de las pistas por casi dos años.
Sharapova dio positivo por el uso de meldonium, una sustancia que, según la propia ex tenista, tomaba desde 2006 y que sólo este año fue prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). “Decepcioné a mis aficionados”, dijo la rusa. “Sé que muchos pensaron que anunciaría mi retiro pero no lo haría de esta manera en un hotel de Los Ángeles con esta alfombra bastante fea”.
A pesar de su regreso al tenis y conseguir una victoria en un torneo de la WTA en China (2017), las sucesivas derrotas en los años siguientes mermaron tanto su ranking como su confianza, llevándola a tomar la decisión de retirarse definitivamente de la competencia profesional en 2020. En la actualidad, Sharapova comparte su vida con el millonario británico Alexander Gilkes, co-fundador y presidente de Paddle8, con quien tiene un hijo llamado Theodore que nació en 2022.