La llegada de Lionel Messi al Inter Miami marcó un antes y un después en la Major League Soccer (MLS), no sólo por el impacto deportivo sino también económico que trajo consigo la estrella argentina. La incorporación del rosarino generó un aumento significativo en las ventas de entradas y camisetas, creando un efecto dominó que llevó al club a contar con la presencia de figuras como Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez.
Esta acumulación de talento no pasó desapercibida por la liga, que puso sus ojos en la situación financiera del equipo de Las Garzas, impulsándolo a tomar medidas para ajustar sus costos operativos.
En este contexto, el Inter Miami tomó la decisión de dejar ir a uno de sus jugadores más representativos y cercanos a Messi. Apenas tres fechas después del inicio de la temporada 2024, el club se vio en la necesidad de hacer espacio en su plantilla y presupuesto para futuras incorporaciones que aumenten el poderío del equipo alrededor de su estrella máxima.
En ese contexto, fueron varios medios estadounidenses, incluido el Miami Herald con su periodista Michelle Kaufman, los que confirmaron que se había llegado a un acuerdo para la transferencia de DeAndre Yedlin al FC Cincinnati, equipo que se destacó la temporada pasada ganando el Supporters’ Shield.
Esta operación no solo involucró un monto de 172 mil dólares en asignación general, sino que también significó una liberación de 683 mil dólares en cargas salariales para el Inter Miami.
La salida de Yedlin, junto con la de otros jugadores llistados en transferibles como Jean Mota, Robert Taylor y Sergio Kryvtsov (Gregore se fue al Botafogo), marca un momento de reestructuración dentro del equipo. Este movimiento estratégico busca equilibrar la balanza económica tras las altas que ha tenido el club, reflejo de la ambición por consolidarse como un equipo de élite en la MLS.
La venta de Yedlin, quien había sido un elemento clave en la conquista de la Leagues Cup la temporada pasada, no es más que el inicio de un proceso de ajuste que podría ver más salidas en el futuro cercano.
La incorporación al Inter Miami en 2022 de Yedlin, que anteriormente había jugado para clubes como Tottenham, Sunderland, Newcastle y Galatasaray, contribuyó a que el equipo alcanzara el primer título de su historia el año pasado. Sus 81 apariciones en total para los Herons, cifra que iguala el número de partidos internacionales que jugó para el USMNT, y su compensación garantizada, cercana a los 875 mil dólares en 2023, delinearon un escenario donde su salida parecía inminente para aliviar la carga financiera del club.
Mientras el FC Cincinnati se refuerza con un jugador de la experiencia y calidad de Yedlin, el Inter Miami abre un espacio vital en su estructura salarial con vistas a incorporar más estrellas a su plantel tras la llegada del mediocampista Federico Redondo. Uno de los nombres que sobrevuela la ciudad es el del lateral derecho del Houston Dynamo, Franco Escobar, aunque las negociaciones parecen estar estancadas.