La carrera de Juan Fernando Quintero sufrió un quiebre definitivo cuando con la camiseta de Independiente de Medellín visitó el estadio Monumental en la Copa Libertadores 2017. En aquel partido se inmortalizó el apretón de manos con Marcelo Gallardo, que inició una relación de amistad que tuvo su pico máximo con el gol a Boca Juniors en la final de Madrid un año más tarde. Aunque ya transitan caminos separados, el colombiano admitió que el cariño con el Muñeco no se va a disipar nunca.
El actual futbolista de Racing reveló que, más allá de los kilómetros que separan Avellaneda de Arabia Saudita, ambos se mantienen en permanente contacto. “No tiene comparación, ese tipo no tiene comparación. Para mí es una persona que marcó mi vida, mi fútbol. No tiene comparación. Ya nos volveremos a ver. Es mi amigo, eso no cabe duda. Es más, ni es mi amigo: yo le digo que es mi padre porque mi hija le dice abuelo”, reveló en charla con F90.
Y añadió una anécdota de cuando Marcelo lo visitó en su tierra natal: “Cuando fue a Colombia se levantaba todas las mañanas con mi hija, iban a ver a los animales y les daban comida. Entonces mi hija se iba con él y es de las personas que pregunta todos los días por su abuelo. Y así es. Es familia, realmente. Primero me marcó a mí y después a María José. Es una persona muy especial en mi vida y estoy muy agradecido con él”.
* La frase de Riquelme que no gustó en Juan Fernando Quintero
Además, se detuvo a recordar una frase de Riquelme que no le gustó después de la Libertadores 2018. “No me gustaba la trascendencia de eso, pero en su momento Román dijo que el día de la final si yo volvía a patear así, no la iba a meter. Entonces fueron esas palabras. Lo dije en una entrevista porque también lo admiro y siempre lo he expresado. Dejo de lado los colores, pero es indudablemente un jugador que creció en nuestra infancia. Y en ese momento no me gustó lo que dijo, pero no tengo absolutamente nada en contra de él. Sólo dije que el fútbol me dio la razón. Hice dos o tres goles más así. En su momento no me gustaron las palabras porque quitaba mi mérito”, apuntó contra el presidente de Boca.
Por otro lado, reveló que en su titularidad en la victoria 1-0 frente a Independiente arrastró la lesión que lo venía molestando hace tiempo: “En principio me dieron dos, tres semanas pero el trabajo que hicimos en la semana, el cuidado y las ganas de jugar, de tener la oportunidad de jugar ese clásico tan especial, ayudaron. El semestre pasado habíamos perdido y tenía esa espinita. No me gusta vender ese humo. Obviamente, jugué con dolor. Tuve una discusión a ver si podía jugar o no, al principio me dolió un poquito y por fortuna pude jugar esos minutos”.
Para cerrar, explicó cómo se adaptó en su posición de enganche y la importancia de que ese puesto nunca desaparezca. “El 10 nunca ha cambiado. Creo que sus cualidades son las mismas; el pase gol y la inteligencia. Uno tiene que prepararse bien físicamente porque la actualidad lo pide. La responsabilidad es siempre la misma, la gente espera algo diferente del 10. El 10 nunca debería dejar de existir porque es el que marca la diferencia”, concluyó Juanfer.