Lewis Hamilton es un as arriba y abajo del auto. Sabe cómo llamar la atención y que cualquier gesto suyo puede rebotar en los medios. Ni qué hablar en las redes sociales. En la pretemporada de la Fórmula 1 en el Circuito Internacional de Sakhir, en Bahréin, el séptuple campeón mundial volvió a hacer de las suyas luego de su salida confirmada de Mercedes para 2025 y su pase a Ferrari, nada menos.
En el marco de la segunda jornada de pruebas en el mismo autódromo donde el otro fin de semana comenzará el Campeonato Mundial, el inglés apareció filmando con su celular al Mercedes W15, el último coche que manejará en la escudería alemana con la que obtuvo seis de sus siete coronas (2014 y 2015 y 2017 a 2020).
El video que subió a sus redes sociales RTBF Sport hizo estragos y pronto se viralizó. “Antes de ponerse al volante del Mercedes este jueves, Lewis Hamilton preparó bien su viaje haciendo su documentación de manera muy minuciosa... Una imagen inusual”, escribió el medio belga.
De inmediato las conjeturas de posible espionaje para Ferrari se hicieron sentir y siendo Hamilton alguien que sabe moverse delante de las cámaras, es consciente del efecto que provoca. Es un especialista con la comunicación y siempre entendió todo. Ya sea con sus opiniones en los boxes para generar una polémica o con sus enigmáticos mensajes o estados en su cuenta de Instagram.
El británico oriundo de Stevenage, de 39 años, ya se mostró en otras ocasiones mirando los detalles de un auto rival, pero nunca se expuso como hoy haciéndole una radiografía a su auto y tras conocerse que el año próximo cambiará de equipo. Si a esto se le suma que Ferrari es rival directo de Mercedes, las suspicacias tienen sustento.
Hamilton dio otro golpe a nivel de comunicación. Como cuando potenció su lucha contra el racismo y se mostró en una movilización en Londres en plena pandemia de COVID-19, en una marcha que repudió el asesinato del ciudadano estadounidense George Floyd, un afroamericano que fueatacado por un oficial de policía en Minneapolis, Minnesota. Por esos días y antes del estreno retrasado del calendario de F1, el piloto inglés instaló en el ambiente el Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan).
De momento ni Mercedes ni su jefe, Toto Wolff, se pronunciaron al respecto, ni tampoco lo harán. De hecho el team-manager es amigo de Hamilton, que siempre tuvo carta blanca en el equipo germano. En su año de despedida ambas partes quieren que todo se mantenga en una empatía mentirosa, algo habitual en el mundo de la F1. De hecho Bernie Ecclestone, quien manejó este negocio por casi 40 años definió al ambiente como “una picadora de carne”.
En tanto que Hamilton fue tercero este jueves en la segunda jornada de ensayos y quedó a 1,1s (tras 123 vueltas) del más veloz, Carlos Sainz (84 giros / 1m29s921 con gomas medias ), a quien reemplazará en Ferrari. El miércoles el tricampeón Max Verstappen fue el más rápido (142 vueltas / 1m31s144 también con el compuesto medio) ya que dominó las dos tandas con su Red Bull RB20, que sorprendió por aspectos aerodinámicos (parte redondeada arriba de los pontones) que distinguieron a Mercedes el año pasado, pero el genio de Adrian Newey, responsable de diseño de la escuadra austriaca logró que el flamante monoposto siga siendo la referencia.