Esequiel Barco fue determinante en el último empate que River Plate rescató sobre la hora ante Banfield en el estadio Monumental. Fue un partido más que especial para el ex delantero de Independiente que venía de una gran polémica por desoír un pedido de su entrenador Martín Demichelis en el encuentro anterior ante Atlético en Tucumán.
El penal de Néstor Breitenbruch a Nacho Fernández debía patearlo Miguel Borja, pero Esequiel Barco decidió hacerse cargo. Y se lo atajó José Devecchi. No contento con eso, ante la invasión del que rechaza el rebote y la orden del VAR, el remate se repitió. Y se dio un segundo round, con Demichelis enfurecido ante la desobediencia del ex Independiente, que volvió a tomar el disparo y colgó el balón de la tribuna, dilapidando la chance.
Inmediatamente, el técnico mandó a hacer el precalentamiento a Franco Mastantuono, pero reemplazó al insubordinado recién en el entretiempo. El Millonario entró en un momento de nerviosismo y, si bien contó con alguna chance (como un mano a mano de Borja) debió apelar a Franco Armani para sostener el cero en su valla.
Esta situación fue una pregunta obligada para Micho en conferencia de prensa: “A cualquiera le puede pasar de errar un penal, en este caso dos. Consideré que no estaba emocionalmente al 100% en el entretiempo como para que siguiera jugando. Es un gran chico, a veces las emociones de los jugadores... Venimos ganando y quiere participar porque todavía no había convertido en esta temporada. Ya pidió disculpas porque no es egocéntrico. Él no quería ceder la pelota, pero de todo se aprende. Seguramente, se lleve una gran experiencia. Repito, consideré que no estaba emocionalmente al 100% para jugar en el segundo tiempo”.
Además, declaró: “Cualquiera de los dos (Barco o Borja) son los encargados de patear y, muchas veces, resuelven los chicos dependiendo sus sensaciones. Cuando erró Esequiel, participé para pedirle que sea Miguel, no se dio y todo el desenlace posterior ya es conocido”. También evitó caratular el episodio como una desobediencia: “No, eso es a libre interpretación para el mundo de afuera. Lo que tenemos que hablar puertas adentro, lo hablamos. Incluso, Esequiel ya pidió disculpas. Lo necesitamos y lo necesitamos muy bien. Es un jugador desequilibrante, que lo venía haciendo muy bien. Después de errar el segundo penal, se vieron situaciones erráticas para él, que normalmente son atípicas. Por eso consideré que no estaba emocionalmente para seguir”.
En ese sentido, el periodista que le había consultado por ese ítem le repreguntó por Mastantuono, a quien había mandado a precalentar segundos después de la jugada que marcó el pulso del encuentro: “Si lo erraba, no iba a estar al 100%. Respeté a Esequiel para no perder una ventana y que se haga cargo de la situación después de que haya cerrado. No hay que dramatizar demasiado”.
El propio Miguel Borja le bajó dramatismo y además de alentarlo en pleno campo de juego, luego le brindó su total apoyo con un posteo en su cuenta de Instagram. “¡Todo mi apoyo para Esequiel Barco! Sabemos y reconocemos el talento que Dios le dio y lo importante que eres para nosotros. Esto es fútbol y estas cosas nos hacen más fuertes”, escribió el ex Olimpo y Palmeiras, junto a una imagen de ambos abrazados en el festejo de un gol del Millonario.
Pese a todas estas muestras de afecto y el intento de dar vuelta la página, un histórico ex futbolista de River Plate cargó duro contra Esequiel Barco. “Demichelis hizo lo correcto. Lo que hizo le va a servir para entender que está vistiendo una casaca grandísima. El tema de este pibe Barco no es la primera vez que lo hace, incluso en la época de Gallardo lo hizo. Se encaprichó, cazó la pelota, dijo ‘pateó yo’ por más que la orden fue de otro. El tipo no le dio bola. Habrá pedido disculpas y volvió a jugar”, comenzó Carlos Morete.
Pero el Puma, que jugó en el Millo entre 1970 y 1975, celebrando el Metropolitano en este último año, tenía aún más munición gruesa para lanzar: “Me parece que es un pibe medio caprichoso, además de que está un poco inflado como jugador de fútbol, juega bien, pero hasta ahí. Supongo que esto le va a servir, de no encapricharse porque está vistiendo una casaca grandísima y tiene que hacer caso”.
Sobre el Superclásico ante Boca Juniors de este domingo en el estadio Monumental, analizó: “Si vos ves los últimos partidos de River y de Boca, vos decís ¿qué pasó acá? Boca no me llama la atención porque hace rato que realmente no tiene nada. No tiene patrón de juego, le cuesta llegar, le cuesta triangular. A Boca no sé cómo definirlo. River tampoco encuentra el fútbol fluido que tenía, pero trata de jugar, de llegar. La ida de Enzo Pérez al equipo le hizo daño. Y en Boca, el mejor jugador es Kevin Zenón”.
Por último, en diálogo con Cómo te va por DSports, dio su pálpito a favor del Xeneize, donde también se consagró campeón en 1981. “Ojalá sea un buen partido, que Boca salga a ganar, que ataque, que juegue Cavani de entrada, ya se le va a dar, para mí es el mejor delantero que hay acá. El cabezazo que metió (frente a Lanús) ni al arco fue y le cabeceó al lado y eso es porque está inseguro. Cuando andás torcido, andás torcido, pero ojalá que se enderece. Es un tipo que hizo como 400 goles. Por ahí el domingo es el partido de él, no lo sé. Le tengo confianza porque le tengo un respeto enorme”.