Desde el 23 de febrero de 2021, la salud de Tiger Woods es motivo de preocupación para los fanáticos del golf a lo largo del mundo. El grave accidente automovilístico sufrido en Los Ángeles marcó su carrera tras luchar ante la posible amputación de su pierna derecha y, en medio de sus constantes problemas de espalda, intenta dejar atrás esa traumática situación para disfrutar dentro del césped a sus 48 años.
Sin embargo, Woods permanece lejos de la etapa de gloria que lo llevó a ganar 15 Majors, ya que disparó el “temor” de sus propios colegas cuando se retiró este viernes 16 de febrero después de seis hoyos correspondientes a la segunda jornada del Genesis Invitational de Pacific Palisades, disputado en la misma ciudad del accidente, en el estado norteamericano de California, según constó el diario neerlandés De Telegraaf.
Ya en la primera jornada del campeonato, el golfista había sufrido espasmos en la espalda, pero su participación llegó a su fin en el siguiente día del certamen ganado por el japonés Hideki Matsuyama. El “miedo” predominó entre sus pares cuando una ambulancia llegó al Riviera Country Club para controlar al afectado, quien había sufrido una serie de mareos y la PGA a través de un comunicado contó que los médicos diagnosticaron un cuadro de gripe y deshidratación.
El portavoz de la superestrella, Rob McNamara, brindó más precisiones sobre los motivos que llevaron a la decisión de retirarse prematuramente en California: “Se sintió un poco mejor durante el calentamiento, pero cuando entró en el campo empezó a marearse”. Luego de ingerir líquidos, mejoró su estado y, a solo dos horas de bajarse del torneo, se subió por sus propios medios a un vehículo en el asiento del pasajero, como se lo observó en una imagen tomada por el fotógrafo Ryan Sun. La postal exhibió un rostro muy compungido en el ingreso al auto particular.
Distintos jugadores como Rickie Fowler, Jason Day y Tony Finau entraron en los vestuarios al finalizar sus rondas para conocer el estado de salud de un símbolo en el deporte.
El periódico europeo asentó que su “frágil cuerpo” despierta llamados de alerta para Tiger Woods en lo que era su primera salida oficial en un evento completo del PGA Tour, luego de su abandono en la tercera ronda del Masters de Augusta en abril pasado: “Estoy decepcionado de tener que hacer WD (retiro) esta mañana debido al agravamiento de mi fascitis plantar”.
Más tarde, se sometió a una operación en uno de sus tobillos y regresó en diciembre con motivo del Hero World Challenge, donde terminó 18° sobre 20 competidores. También tuvo el placer de jugar con su hijo Charlie en el PNC Championship. La dupla terminó en el quinto lugar con 125 golpes, a seis de los ganadores, la pareja que tenía a Bernhard Langer como principal cara visible y ex número 1 del mundo.
La obtención de su 15° Major en 2019, que lo dejó a tres de igualar a Jack Nicklaus como el máximo ganador en competencias de esta índole sumado a su coronación en la primera edición del ZOZO Championship, trajo aparejado un período para el olvido en Tiger: solo disputó nueve torneos oficiales en cuatro temporadas y debió retirarse antes de tiempo en tres ocasiones.
El accidente sufrido hace tres calendarios en Los Ángeles repercutió en sus molestias físicas y, en una entrevista con la revista Golf Digest, había confesado uno de sus peores momentos durante la internación en un centro médico: “Hubo un momento en el que, no diría que al cincuenta por ciento, pero estuvo jodidamente cerca de ahí si iba a salir del hospital solo con una pierna”.
Estuvo obligado a someterse a cinco operaciones de rodilla y otras tantas en la espalda, una zona que le provocó muchos inconvenientes en los últimos años. Este jueves, en su primer participación de 2024, dejó constancia sobre los problemas sobrellevados en el cierre de la primera jornada del Genesis Invitational de Pacific Palisades: “Los tres últimos hoyos volví a tener espasmos en la espalda, las cosas estaban completamente bloqueadas. No podía moverme ni girar nada”.
Por otro lado, el costado amoroso de Tiger Woods nunca dejó de estar en el centro de la escena porque su ex pareja, Erica Herman, lo acusó en mayo pasado por abuso sexual en medio de una millonaria demanda por USD 30 millones.