“A los 24 años me considero un jugador distinto. Ya lo verán en los partidos, cuando me toque jugar...”. Con esa carta de presentación Santiago Sosa llegó a Racing. El volante surgido de River Plate, que pasó por la Major League Soccer y la Sub 20 de la Selección, llegó al Cilindro de Avellaneda para reforzar una de las zonas que más afectada estaba durante la era de Fernando Gago: la defensa.
Aquel volante central que apareció como alternativa en el Millonario de Marcelo Gallardo y su talento lo llevó al Atlante United se afianzó en la última línea de la Academia, después del decepcionante debut del conjunto de Gustavo Costas en la Copa de la Liga. “Fuimos un desastre”, había dicho el entrenador en conferencia de prensa, luego de caer en la primera fecha ante Unión de Santa Fe. El estratega envió un mensaje interno para hacer reaccionar a un plantel que comenzó la temporada con una actitud pasiva. Y los cambios también repercutieron en el once inicial. Santi Sosa fue uno de ellos: dejó la mitad de la cancha para conformar la línea de tres junto a Tobías Rubio y Agustín García Basso. Si bien el platense había sido uno de los pocos que había rendido contra el Tatengue, el DT confió en él para tener mayor seguridad y una salida limpia desde el fondo.
“Quise venir a Racing porque es un club grande. En Estados Unidos pensaba que me hacía falta relanzar mi carrera. Creo que venir a este club me permitió afrontar un gran desafío, para que pueda darle un giro a mi vida futbolística. Estoy muy contento por todo lo que está pasando”, reveló el platense en diálogo con Infobae.
Él fue una de las doce incorporaciones que llegaron a la entidad bonaerense con la misión de ganar alguno de los tres torneos que afronta el conjunto de Costas. Fueron varios los protagonistas que se animaron a poner como meta principal el título, sin apelar al recurso cauteloso del Paso a Paso que tantas alegrías dejó en el pasado. “Hay muchas competiciones y eso también me motivó para que tomara la decisión de sumarme a este proyecto. Todos hacen hincapié en la Copa Sudamericana, porque el club hace mucho que no gana un torneo internacional. Ojalá que en este año podamos dar pelea en la triple competencia. Creo que tenemos un gran plantel para lograrlo”, remarcó el futbolista surgido de Mercedes. Y agregó: “Tenemos jugadores de mucha categoría. Seguía a Racing cuando estaba afuera y veía un estilo muy definido y marcado. Y en la ofensiva contamos con unas bestias de mucha calidad individual y gran capacidad goleadora. Creo que los rivales sienten que tienen una tarea difícil cuando nos ven enfrente”.
Su evolución fue constante. Además de mantener ese ADN exquisito en la gestación a bases de su eficacia en las asistencias, Sosa demostró que adquirió la recuperación como una característica natural en su juego. Si bien el propio Gallardo le había pedido en una ocasión que se desenvolviera en la zaga central, en los compromisos frente a Tigre, Estudiantes, San Lorenzo y Newell’s Gustavo Costas lo ubicó como primer marcador. “No soy el mismo de River y de la Selección. Han pasado tres años y he crecido. He conseguido más experiencia viviendo en el extranjero; y si bien estuve en muy buenos clubes, pasé momentos lindos y otros que no fueron tan buenos. Cuando uno está solo, lejos de su círculo íntimo, vive un crecimiento particular desde el aspecto personal. Fueron situaciones que marcaron mi personalidad y me permiten ser un jugador distinto dentro de la cancha”, analizó.
A pesar de la soledad que sufrió en el país del norte, Santi vivió una experiencia inolvidable cuando debió enfrentar a Lionel Messi en un duelo correspondiente a la Legues Cup, el certamen que terminaría en manos del Inter Miami por primera vez en su historia. “Fue muy difícil marcarlo. No creo estar descubriendo nada diciendo eso, pero habíamos hecho un plan para intentar opacarlo, que no nos salió para nada. De todos modos, cumplí un sueño al jugar con el mejor del mundo”, reveló con una sonrisa que marcó una mezcla de orgullo y vergüenza por el 4 a 0 adverso que se dio en el DRV PNK Stadium.
El dolor de la goleada que provocó la prematura eliminación en la fase de grupos pasó a un segundo plano cuando tuvo la oportunidad de cruzar unas palabras con la legendaria figura internacional con pasado en el Barcelona y PSG. “Me llevé su camiseta, que la tengo en mi casa guardada bajo llaves. Más allá de ese hermoso recuerdo, haber jugado con él fue una experiencia única, porque no es lo mismo que verlo por televisión. En la cancha uno se da cuenta lo que genera y las cosas que hace con la pelota. Es increíble cómo se desenvuelve en un terreno de juego, la mirada del partido que lleva... son cosas que lo hacen aún más grande”, explicó.
Lo llamativo fue que aquel cruce no fue el primero que tuvo con la estrella rosarina. Antes de participar de la Copa del Mundo Sub 20 que se disputó en Polonia en 2019, tuvo la oportunidad de participar de un viaje cuando Jorge Sampaoli estaba al frente de la Albiceleste. “En una gira del 2018 por Inglaterra, España e Italia me había tocado ir con la Selección como sparring, pero no quise molestar a Leo. En Estados Unidos me di cuenta que siempre tiene mil lucen encendidas por los flashes de las fotos, y cuando terminó nuestro partido preferí dejarlo tranquilo. Creo que la mejor manera de disfrutarlo es admirándolo a la distancia. Igualmente, cuando me dio su camiseta, le agradecí por el Mundial y por todo lo que transmite. Es un ejemplo para todos los chicos y un referente para todos los argentinos”.
Su caso es particular. Además de solucionar los inconvenientes defensivos de Racing, Santi Sosa también le dedica un tiempo a sus estudios. Se trata de un ciclo a distancia con la UADE en el que se cultiva en administración de empresas. “Tengo un tercio adentro de la carrera, pero no sé si este año voy a poder seguir. Lo estoy dudando. Me gusta tener esa actividad complementaria, porque siento que las materias fueron accesibles”, subrayó. En un contexto en el que la Academia deberá afrontar una agenda apretada por sus compromisos internacionales y los torneos domésticos, el ex River imagina que en el 2024 deberá postergar a los libros para priorizar sus objetivos deportivos. Y los hinchas sueñan con la conquista continental que anhelan desde hace 36 años. Tal vez, Santi Sosa pueda sumar un nuevo título, aunque para ello habrá que esperar hasta noviembre.