El Super Bowl LVIII, celebrado en el estadio Allegiant de Las Vegas, Nevada, se ha convertido en el programa más visto en la historia de la televisión estadounidense, según reportan medios como CNN y Variety. El encuentro deportivo entre los Kansas City Chiefs y los 49ers de San Francisco atrajo a 123,4 millones de televidentes durante su emisión, superando el récord anterior. Además, en algún momento durante las cuatro horas y media de transmisión, la cifra de espectadores alcanzó los 202,4 millones, estableciendo un nuevo hito para un evento televisivo en Estados Unidos.
Este partido de fútbol americano no solo destacó por su duración, que incluyó una prórroga llevando el juego a extenderse más allá de lo usual, sino también por la presencia de Taylor Swift en las gradas, factor considerado clave en el incremento de la audiencia. La artista, conocida por su capacidad de atraer multitudes, estuvo presente para apoyar a Travis Kelce, jugador de los Chiefs y su actual pareja desde hace unos meses. La artista viene de realizar más de 150 conciertos en todo el planeta con The Eras Tour, el cual también llegó a los cines y batió récords de taquilla.
La retransmisión principal corrió a cargo de CBS, contribuyendo la mayor parte de la audiencia, con vías como Paramount+ (lo dio en streaming), Nickelodeon (con una versión infantil presentada por Bob Esponja), Univisión (en español), CBS Sports y NFL digital.
Otras razones que explican el pico de audiencia incluyen el emocionante desempeño de los equipos en los últimos cuartos del juego, una actuación del medio tiempo a cargo de Usher, y anuncios publicitarios de alto valor económico, con Beyoncé aprovechando uno de estos espacios para anunciar su nuevo álbum o la presencia del futbolista Lionel Messi. El incremento notable de espectadores respecto al año anterior, que vio a los Chiefs ganar contra los Eagles de Filadelfia, resalta el creciente interés por la NFL y especialmente por el Super Bowl, evento que año tras año parece superar sus propias marcas de audiencia.
La trascendencia de este evento en la cultura estadounidense, superando incluso estímulos estimados de eventos históricos como la llegada del hombre a la luna, pone de relieve el papel del deporte y el entretenimiento en la sociedad actual. Aunque no hay datos exactos, se estima que ese acontecimiento lo vieron por televisión entre 125 y 150 millones de espectadores. Vale destacar que durante el alunizaje del Apolo 11 en julio de 1969 el mundo del entretenimiento era otro, ya que no existían la cantidad de cadenas que hay en la actualidad, como también muchos menos televisores ni internet.