Apenas arrancó el 2024 y el mundo del fútbol ya tiene una de sus grandes historias con la consagración de Costa de Marfil en la Copa Africana de Naciones tras derrotar 2-1 a Nigeria en la final. La nación que viste de naranja logró sobreponerse a una floja fase de grupos de la cual salió de manera milagrosa, la posterior destitución del entrenador y realizar un difícil camino hacia el partido por el título donde Franck Kessié y Sebastian Haller se convirtieron en héroes nacionales como los autores de los goles.
La ruta hacia el éxito no fue sencilla para los Elefantes. Tras una impactante derrota 4-0 ante Guinea Ecuatorial en su zona el equipo logró revivir sus esperanzas tras correr del cargo al francés Jean-Louis Gasset y poner las esperanzas en Emerse Fae, quien asumió como entrenador interino. La introducción del técnico de emergencia coincidió con el avance del equipo a los octavos de final como uno de los mejores terceros y se benefició de manera directa de la expansión reciente del torneo a 24 equipos.
La capacidad de resiliencia y determinación de Costa de Marfil fue el justificativo de que tomen el apodo de “zombies” por su habilidad para revivir en momentos críticos y cuando todos lo daban como un país eliminado del certamen. El equipo, que pasó de una casi segura salida temprana a campeones, escribió una página dorada en la historia del fútbol africano, demostró que en este deporte todo es posible y sorprendió a leyendas de la disciplina como Didier Drogba.
La emoción del mítico delantero del Chelsea no pudo ser más auténtica y acompañó a su nación desde el primer encuentro. Cuando finalizó el partido ante Nigeria, el ex futbolista no guardó la emoción de ver a su país tocar el trofeo una vez más. Cabe recordar que Drogba estuvo presente con la selección africana el los Mundiales de 2006, 2010 y 2014, siendo la máxima figura y goleador de Costa de Marfil. Ahora se tomó el gusto de ver con sus propios ojos a su país ganar por tercera vez la Copa Africana de Naciones.
“Estamos contentos, muy emocionados. Es como un sueño, cuando uno se remonta dos semanas atrás a la derrota aquí contra Guinea Ecuatorial. Entonces era difícil imaginar que podríamos clasificarnos para la final”, analizó el entrenador de emergencia tras el título. Y complementó el volante del Al-Ahli: “Mientras haya un cinco o un diez por ciento de posibilidades, hay que seguir creyendo, porque eso es lo que hace bonito al fútbol. Después del resultado de Marruecos supimos que nos habíamos clasificado y eso lo cambió todo. Nos dio la fuerza que necesitábamos, nos impulsó. Sabíamos que no podíamos hacerlo peor que en la primera ronda”.
En los octavos de final, un penal de Franck Kessié en el último minuto igualó el marcador contra Senegal y llevó el partido a la victoria por penales. Este espíritu de resistencia se repitió en los cuartos de final frente a Mali donde Simon Adingra anotó también sobre la hora y un gol en el tiempo extra de Oumar Diakité aseguró el pase a la semifinal. Sebastian Haller se erigió como el héroe al marcar el gol frente a República Democrática del Congo además del definitivo ante Nigeria y completó una de las historias más notables del continente africano.
Vale recordar que Argentina tiene un amistoso pactado contra ambos finalistas de la Copa Africana de Naciones: Costa de Marfil y Nigeria. El flamante campeón continental va a tener la posibilidad de mostrar su presente frente al combinado que triunfó en Qatar 2022 en la ventana FIFA de marzo a jugarse en China.