El duelo entre River Plate y Deportivo Riestra en el Bajo Flores por la Copa de la Liga ofreció varias jugadas polémicas bien resueltas por el árbitro Andrés Merlos, aunque con una gruesa desprolijidad en el complemento, en la escena de la roja a Leandro González Pirez, a instancias del VAR, luego anulada por un offside previo de Nicolás Benegas.
La primera controversia se dio a los 35 minutos del primer tiempo, cuando el Millonario dispuso de un tiro libre en el borde del área. Detrás de la pelota se ubicaron Esequiel Barco (zurdo), más perfilado para patear, e Ignacio Fernández.
Con el juez Merlos cerca de los posibles shoteadores, el arquero Ignacio Arce acomodaba la barrera muy volcado a su izquierda, intuyendo que el ex Independiente se haría cargo de la ejecución. Cuando el árbitro habilitó, el que dio el paso al frente y sacó el derechazo fue Nacho, que ubicó el balón junto al palo derecho de la valla local y gritó con enjundia su conquista.
Desesperado, Arce se tiró con todo su cuerpo y los brazos hacia adelante, en pos de que le rebotara la pelota, pero el pique bajo hizo que el esférico lo superara. Enseguida protestó, planteando que no se había escuchado la orden de la autoridad del encuentro. Pero su reclamo no tuvo asidero, al punto que el cuerpo técnico encabezado por Cristian Fabbiani no se quejó.
Es que la regla 5, en el punto 3, donde detalla las facultades y obligaciones de los jueces, es muy clara. Apunta que el árbitro “supervisará o dará la señal para la reanudación del juego” para que exista una habilitación de la continuidad de la acción. En ningún lado refiere que tiene que haber un silbatazo estridente para que todo el mundo esté enterado; en este caso, el conjunto infractor no exhibió la concentración suficiente para advertir que Merlos podía dar el pie para el disparo.
En el 3-0, que firmó Andrés Herrera, el local protestó una falta de Borja, que aguantó bien con el cuerpo y no existió; fue un roce propio del juego. Pero la escena más curiosa se dio en el complemento.
* La secuencia de la polémica: la roja bien anulada a González Pirez
Benegas peinó para Jonathan Herrera, que enfiló hacia el área con la marca de González Pirez. Tras un forcejeo, terminó cayendo sobre el césped en la zona penalizada. La Asistencia Arbitral por Video llamó a la autoridad del pleito a revisar. Y entendió que existió una falta, pero antes de ingresar al área. En consecuencia, expulsó al central ex Inter Miami. Pero representaba un error doble. Primero, porque el contacto no tuvo identidad de falta. Segundo, porque Benegas, al momento de bajar el esférido, estaba fuera de juego.
Por eso volvió a llamar el VAR a la pantalla (algo que no era necesario, porque los offsides los puede definir sin la intervención del juez). Y Merlos terminó desestimando el acrílico que le exhibió a González Pirez, que luego fue reemplazado por Demichelis.