Kevin Benavides se quebró el peroné, pero igual brilló en el Rally Dakar y hasta trepó una montaña con su moto: “Gané una batalla muy grande, la de la superación”

Se operó y 30 días después largó con pocas expectativas. Pero venció en tres etapas y acarició el podio en la general. Entre rocas gigantes protagonizó el video más visto de la carrera con 40 millones de reproducciones

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Kevin Benavides explica cómo hizo para correr el Rally Dakar recién operado

En el deporte a veces ganar no lo es todo. En ocasiones los competidores de élite, de alto nivel, esos que no pueden vivir sin adrenalina y practican disciplinas extremas, luchan contra sus propias dificultades y su superación termina siendo un triunfo personal que vale tanto como un título. Bien lo sabe Kevin Benavides, que no pudo revalidar su cetro en motos en el Rally Dakar, pero otra vez fue un foco de inspiración por su entrega, ya que, tras una rotura de peroné un mes antes de la carrera, comenzó con el objetivo de llegar a la meta y terminó acariciando el podio.

El domingo 3 de diciembre, el salteño, que es corredor oficial de KTM, se quebró el peroné de su pierna izquierda en un entrenamiento en los Estados Unidos. Viajó de inmediato a Barcelona y dos días más tarde fue operado por el doctor Xavier Mir, que es especialista y atendió a varios pilotos del MotoGP. El 18 de diciembre le sacaron los puntos y luego del brindis de Navidad, el 25 se volvió a subir a una moto y entrenó 48 horas.

“Estoy 6/7 puntos”, se cansó de repetir en la previa a la carrera que se largó el 5 de enero en Arabia Saudita, el mismo país donde ganó en 2021 (aquella vez con Honda) y 2023 (ya con KTM). Tres días después obtuvo su primera etapa en la víspera de su cumpleaños número 35. Repitió una semana más tarde y también se adjudicó el último parcial, que le permitió saltar del quinto al cuarto puesto en la clasificación general. En diálogo con Infobae, analizó su participación en la carrera más dura del mundo.

El salteño previo a una largada en una etapa. Ganó tres parciales y terminó cuarto en la clasificación general (EFE/EPA/Gerard Laurenssen)
El salteño previo a una largada en una etapa. Ganó tres parciales y terminó cuarto en la clasificación general (EFE/EPA/Gerard Laurenssen)

-Menos mal que estabas 6/7 puntos...

-Fue un Dakar difícil, muy duro. Estaba 6/7 puntos, no llegué en la mejor forma física ni con la mayor cantidad de horas sobre la moto de rally en 2023. Debido a las lesiones que tuve no pude hacer muchas horas en la moto. La última lesión del peroné fue 30 días antes de empezar. Pero pude sobreponerme a esa adversidad y luchar lo que se pudo hasta el final y completar con un buen resultado, en una cuarta posición y con tres victorias de etapas.

-¿Cómo llegaste a correr en poco tiempo?

-Me operaron el 5 de diciembre, el 25 me subí a la moto, anduve dos días en Salta y después me fui. Fue una recuperación en tiempo récord. Tuve que hacer todo lo posible para poder acelerar a ese proceso. La decisión de operar fue correcta, porque sino no hubiera podido llegar. Tuve una cicatriz muy grande y eso me complicó en la recuperación. Empecé el Dakar con un mes justo desde la cirugía. Terminé el Dakar sintiéndome mejor en lo físico respecto de cómo lo comencé. Durante la carrera el hueso terminó de cerrar.

-¿Cómo hiciste para correr en esas condiciones?

-No tenés que pensar en el pie. Debés focalizarte de manera integral en la carrera porque si estás pensando en el pie se vuelve todo más difícil. Obviamente que había zonas de piedras que no quería bajar el pie ni apoyarlo de ninguna manera. Pero después traté de manejar sin acordarme. Todos los días llegaba y trabajaba sobre la recuperación. Al final del día traté la inflamación con hielo, sobre todo en las etapas de arena en las que uno usa un poco más la flexión del tobillo. Siempre se pudo controlar bien con el equipo de fisioterapeutas del equipo.

Kevin Benavides revela cómo ganó una batalla personal en el Rally Dakar

Kevin es sinónimo de actitud. El año pasado definió la carrera el último día en una etapa muy peligrosa por el barro, en una edición marcada por las lluvias, algo insólito en tierras desérticas. Sin importarle las condiciones ni el riesgo salió a pelear por el triunfo a puro “Champán o Suero”, como le confesó a este medio tras conseguir la victoria. Usó una frase típica en la jerga del deporte motor ya que une los dos extremos, la victoria (Champán) o terminar golpeado cuando se superan los límites (suero). Aunque Benavides parece no conocerlos ya que por caso en esta edición trepó una montaña y las imágenes fueron captadas en el video más visto de la carrera con 40,2 millones de reproducciones.

-¿Fue más “Champán o Suero” que nunca esta edición?

-(Risas) Creo que fue para sacar más champán. La última etapa salí a pelearla y tratar de subir en mi posición. Iba quinto y terminé cuarto. En el último día era imposible pensar en terminar más adelante ya que había una diferencia muy grande, que se generó en las primeras semanas. Lamentablemente no había mucho más que hacer. No fue una definición como la del año pasado.

-¿Antes de la carrera esperabas terminar acariciando el podio?

-La expectativa era saber cómo me sentía y poder andar sin dolor. Yo también durante todo el año 2023 anduve menos tiempo de lo que corrí estos 15 días por todas las lesiones que tuve. Mi incertidumbre era si iba a poder aguantar las horas y la cantidad de kilómetros que tenemos en las etapas normalmente. Sabía que si me sentía bien iba a poder batallar, porque si me siento bien sé que puedo correr sin problemas.

Kevin en acción en el desierto sobre su KTM (Prensa ASO)
Kevin en acción en el desierto sobre su KTM (Prensa ASO)

-Por tu actitud arriba de la moto, ¿sentís que tu labor supera a lo deportivo?

-En eso gané una batalla muy grande, que fue de superación. De poder terminar mi mejor trabajo frente a todas las adversidades que tuve en este año y ahí saqué las fortalezas para este Dakar. Ahí es donde gano esa carrera personal, porque fue un año muy duro el 2023, más allá de la victoria en el Dakar. Me quebré el fémur, la muñeca y el peroné. Tres lesiones en un año. Me acordé mucho de todo lo que sufrí, de todo lo que tuve que pasar en cada una de las recuperaciones y eso también me dio fuerzas para encarar esto.

-¿Cómo se hace para recargar pilas en el día a día del Dakar?

-Para eso se entrena todo el año. Es la carrera más dura, la que no te deja descansar, no tenemos mucho tiempo, te va desgastando. Necesitás muchas horas de entrenamiento y dedicación. Cuando ya estás ahí en un ritmo de carrera y está claro que el descanso no es ideal, pero es el que podemos tener. Hay que adaptarse a lo que hay.

-¿Cuántos días hablaste con tu psicólogo durante la carrera?

-Todos los días y siempre vamos viendo lo que fue la etapa, cómo uno se siente y es una ayuda importante.

Kevin Benavides cuenta cómo trepó la montaña de rocas

Mientras sigue disfrutando de sus vacaciones junto a su hermano Luciano, el primer argentino campeón mundial de Rally Raid en motos, ambos se presentarán en febrero en el Enduro del Verano que se hace en Villa Gesell y es una de las carreras más importante de la especialidad en Latinoamérica. Ante la decisión del grupo KTM de no correr de forma oficial el Mundial de Rally Raid, que incluye a sus marcas secundarias Husqvarna (donde corre Luciano) y Gas Gas, los hermanos Benavides deberán sumar planes alternativos para poder prepararse para la próxima edición del Rally Dakar. Kevin planteó su descontento al respecto. También se refirió a la muerte del español Carles Falcón, a la etapa que duró dos días en el desierto y elogió a Carlos Sainz por su cuarta victoria en autos a sus 61 años. Además, adelantó un posible cambio de categoría para los próximos años y sería en los Side by Side, que son los vehículos areneros, con los que ya hizo una práctica.

-¿Qué pensás de la decisión de KTM de no participar en el Mundial?

-No coincido en absoluto con esa decisión y que no podamos competir y luchar por el campeonato del mundo. Pero nosotros somos pilotos y esta es una decisión más jerárquica, de empresa. Nos tendremos que adaptar. Pero igual tenemos la ilusión de que KTM pueda negociar con ASO (Amaury Sport Organisation, la empresa que organiza el Rally Dakar y el Mundial de Rally Raid) y que finalmente podamos todavía podamos competir en Portugal, en la Ruta 40 y en Marruecos. De hecho, en esas dos últimas carreras la vamos a hacer. La única carrera en cuestión es Abu Dhabi y tanto KTM como Honda no va a participar.

-¿Cuál tu situación contractual con KTM?

-Tengo que renovar mi contrato. Ahora estamos en tratativas para una nueva renovación.

-Este año perdieron otro colega, Carles Falcón, ¿se piensa en la muerte cuando corren?

-Lo conocía y lamentamos la pérdida de este gran piloto. El riesgo está y eso lo sabemos todos. Pero el riesgo está en todos lados, hasta cuando cruzás una calle. Creo que es saber aceptarlo y uno se prepara para esto. Ahí está la diferencia, de tratar ser lo más profesional posible y ahí es donde ese tipo de accidente se achica.

-Por ejemplo, ¿tiene más riesgo un muchacho que trabaja repartiendo con su moto que ustedes?

-El riesgo es mayor porque no depende de uno si no de otro vehículo, porque un conductor de atrás te puede llevar puesto. En nuestro caso, nosotros tenemos el control en ese momento. El riesgo está en todo momento, ¿cuántos accidentes hubo en una bañera? Hay que pensar positivamente y saber que puede pasar.

-¿Te gustó la etapa de 48 horas?

-Si, sobre todo poder compartir con los pilotos en el desierto. Algo completamente diferente y lindo de pasar. Lo único, fue demasiado largo, muchas horas. Un día hicimos 500 kilómetros y al otro solo 100, podría estar un poco más repartido.

Kevin y su hermano Luciano. Ambos fueron otra vez animadores de las motos en el Rally Dakar (Julien Delfosse / DPPI / ASO)
Kevin y su hermano Luciano. Ambos fueron otra vez animadores de las motos en el Rally Dakar (Julien Delfosse / DPPI / ASO)

-¿Alguna anécdota de esa noche en el medio del desierto?

-A ese campamento llegamos solo 12 pilotos. Fue divertido, nos dieron una cajita con comida militar, había que prender un fuego y cocinarse. Hicimos una fogata con los otros corredores porque no había luz y quemamos algunas cosas para hacer fuego como filtros de aceite y de aire. Fue algo cool, diferente.

-¿Qué pensás de Sainz, que con 61 años ganó su cuarto Dakar?

-Es admirable que a su edad pueda estar dando batalla y se lo ve muy bien. Este año usó la experiencia por sobre todas las cosas. Fue un tipo muy conservador y a diferencia de los demás pudo gestionar un poco mejor los errores, las pinchaduras y ese tipo de cosas. Eso lo hizo estar ahí adelante sin prácticamente tener que estar ganando etapas.

-¿Cómo fue eso de trepar una montaña?

-Mucha gente se pregunta por qué fui por ahí. En realidad estaba con flecha abierta (en la hoja de ruta) y estaba esa montaña en el medio. La subí pensando que del otro lado iba a encontrar un camino más recto y en la primera parte que bajé había unos escalones muy grandes que no se ven en la filmación. Quise girar a la izquierda y no se podía y volver a subir ya era difícil. Ahí miré hacia otro lado andando así de costado y dije “acá se puede saltar” e hice dos escalones grandes y pude salir de ahí. Si no, no sé, tendría que haber dado toda la vuelta. Me salió un poco de instinto de Enduro y me fue para abajo. Hice Trial (disciplina en la que se trepa con moto) también porque fueron dos piedras grandes y quedó registrado en un lindo video.

-¿Cuándo tenés pensado cambiar de categoría?

-Me gustó la prueba que hice y luego veremos la posibilidad del cambio. Por ahora podemos tirar dos o tres años más en motos.

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