(Desde Montevideo, Uruguay) - Con menos de 17 años, Sebastián Canobra jugó en el Estadio Azteca de México la final de la Copa del Mundo de la categoría. Ingresó a la cancha a los 69 minutos, pero en ese tiempo sintió las casi 100 mil personas que ingresaron a las tribunas para ver lo que sería una victoria de México 2-0 sobre el seleccionado dirigido por Fabián Coito.
Doce años después, Canobra fue noticia en Uruguay por un pedido de ayuda de un usuario de Facebook. Aldrind Arriola posteó en la red social que hacía unos días había estado con el futbolista y contó que, “por cosas de la vida”, el jugador había caído en una adicción que lo llevó a estar viviendo en la calle en la ciudad uruguaya de Minas (departamento de Lavalleja).
“Es un joven de 29 años, que anda deambulando en nuestra ciudad de Minas, está en situación de calle. Hablando con él, me contó su historia de vida, me pidió ayuda y dice querer tener un trabajo, un lugar donde vivir”, contó la mujer. En su publicación agregó una cita al jugador: “Quiero dignificarme como persona y volver a jugar al fútbol”, contó que le dijo.
Arriola es policía y el presidente del Colegio de Árbitros de la Liga de Minas. En la radio Cadena del Mar de Maldonado contó que conoció al exjugador afuera del shopping de la ciudad. “Me pegó un grito y me preguntó si era guardia para que lo dejara entrar a revisar la volqueta. Le dije: ‘No soy guardia, pero ¿qué necesitás?’. Le ofrecí dinero y se fue corriendo a la panadería. Evidenciaba que el botija tenía hambre”, declaró
El usuario convocó a un grupo de amigos para buscar un lugar en el que Canobra pueda vivir, un trabajo y conseguir un club de fútbol en el que el exseleccionado juvenil pudiera tener minutos. “Sé que se puede interpretar como muy loco creer que se puede ayudar a alguien que cayó en la adicción, pero debemos creer y confiar en los gurises que quieren salir adelante”, escribió.
Su posteo, que posteriormente eliminó, tuvo una enorme repercusión. Un hermano del futbolista utilizó la misma red social para pedir “respeto” hacia la familia. “Nadie más que nosotros sabe lo que hemos pasado y la ayuda que le hemos dado hasta el último día que nos pidió ayuda. Todos tienen derecho a comentar ya que se hizo público, pero pido respeto y si no saben del tema ahorrense el comentario”, escribió.
La familia aseguró que se puso en contacto con quien posteó la historia en Facebook y agradeció a quienes quieren “ver bien” a su hermano. “Nos pusimos a la orden para seguir ayudándolo. Espero que antes de comentar algo de mi familia miren para la suya primero”, finalizó.
Antes de que la noticia se hiciera viral, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de Lavalleja le ofreció ayuda al jugador. Fue en diciembre, cuando Canobra y otra persona estaban en las plazas del centro de Minas y un funcionario de esa cartera los derivó a un refugio, informó El Observador. Quien lo acompañaba se quedó allí, pero el exfutbolista se retiró. “Yo me revuelvo”, fue la respuesta que dio.
Este viernes la familia tomó la decisión de viajar desde Maldonado hasta Minas para internarlo en un centro de rehabilitación, informó ese medio uruguayo. Solo los integrantes de la familia conocen el nombre del centro y no quieren hacerlo público.
A su vez, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP), el gremio de los jugadores de fútbol, se puso en contacto con la familia y con Arriola para ponerse a disposición para lo que necesiten.