El amistoso entre River Plate y Pachuca que marcó el cierre de la gira de pretemporada por Estados Unidos del elenco argentino tuvo un condimento extra por la presencia del goleador Salomón Rondón en el equipo mexicano. El futbolista venezolano se fue hace semanas del Millonario tras no lograr adaptarse y unas declaraciones que lanzó tras el debut con su nuevo club levantaron polvareda.
El delantero de 34 años no pudo gritar su gol en la derrota 1-0, pero sí generó una situación de gran riesgo apenas se inició el partido que puso en apuros a Franco Armani. Rondón cortó una pelota en mitad de cancha tras una mala salida del Millonario, giró inmediatamente y desde el círculo central sacó un zurdazo que obligó a esforzarse al arquero campeón del mundo con Argentina para sacarla al córner.
En el complemento, el delantero del elenco mexicano volvió a tener una situación que puso el foco sobre él. Le tiró un sombrero a Nacho Fernández, quien lo paró colocándole el brazo sobre su rostro. El árbitro cobró el foul, pero no fue suficiente para él que reclamó con rostro enojado a su ex compañero lo ocurrido. La acción derivó en algunos empujones con Matías Kranevitter, pero todo se descontracturó cuando Miguel Borja le lanzó un chiste al pasar. El detalle es que en el primer tiempo el cronista de ESPN, Javier Gil Navarro, había informado que Rondón mantuvo también una larga discusión con Leandro González Pirez, aunque las cámaras no tomaron esa situación.
Al finalizar el encuentro, todo volvió a la normalidad: Rondón se abrazó con sus compañeros y hasta tuvo una charla cariñosa con Kranevitter.
Rondón llegó a River de la mano de Martín Demichelis, completó 34 partidos (17 como titular) y sumó 10 goles, entre los que se destaca el grito en la Bombonera ante Boca Juniors para ganar el Superclásico 2-0. Luego decidió marcharse de Núñez tras no haberse adaptado al país y ya sumó un gol en Pachuca (1-0 sobre Cruz Azul) en el único duelo que jugó allí hasta ahora.
Sin embargo, lo que resonó fueron sus palabras tras ese encuentro. “Muy contento. La verdad que se van los tres puntos a casa. Un partido bastante sufrido, sabíamos que era un gran rival, pero nosotros tenemos nuestras virtudes y las aprovechamos para llevarnos los tres puntos. Venía trabajando desde que llegué muy ilusionado y contento, agradecido con los propietarios de Pachuca, con el profe que me ha dado la confianza, con el grupo que me ha recibido de muy buena manera y eso habla de la calidad humana de este grupo. Estamos para grandes cosas. Estoy muy contento en Pachuca, era algo que necesitaba, había pasado tiempos difíciles y hoy el fútbol me da revancha. Sigo con la ilusión de un joven de 15 años”, había dicho.
Esa frase generó la respuesta del presidente Jorge Brito en las últimas horas: “Las leí (las declaraciones), pero no las vi. A veces cuando uno lee algo, hay que ver en qué contexto o cómo lo dijo. Salomón fue una persona muy querida en el plantel, no ha tenido ningún conflicto con nadie: ni con dirigentes, cuerpo técnico o jugadores”. Y en la entrevista con ESPN completó su mirada sobre lo sucedido con el venezolano: “Sabíamos desde el principio que le estaba costando mucho a él y su familia la adaptación a Argentina. Lo había manifestado: el tema de su pasaporte argentino, temas vinculados al colegio de sus hijos, a tarjetas de crédito, todo lo que implica no poder tener un documento, que increíblemente lo termina teniendo recién en el receso de junio. Ahí hubo una oportunidad de transferirlo, había llegado una oferta y él decidió quedarse porque ya tenía los papeles. Se convenció que quería demostrar quién era en River. Después lo que pasó al final, de tomar una actitud separándose del plantel en el festejo o esta declaración que hizo, habrá que pregúntaselo a él. Siempre fue muy educado, no sé a qué se deben los dichos”.