Al igual que como sucedió en el anterior libro de pases con los desembarcos de Lionel Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba, entre otros, ahora el Inter Miami volvió a dar de qué hablar al incorporar al delantero de la selección uruguaya Luis Suárez y a una de las figuras de la MLS, como el mediocampista Julian Gressel.
Tantos fichajes de renombre hacen que las Garzas también tengan que buscarle una salida a algunos de sus futbolistas, como pasó con Kamal Miller, Dixon Arroyo o Josef Martínez. Según informan los medios chilenos, el próximo que podría armar las valijas es el delantero Nicolás Stefanelli.
El delantero, que se perdió una parte de la pasada temporada por lesión, actualmente se encuentra relegado en la consideración del Tata Martino y con Lionel Messi y el Pistolero Suárez como piezas inamovibles en la ofensiva, optaría por cambiar de aire. Inter Miami, además de los ex Barcelona, tiene como variantes de renombre al finlandés Robert Taylor y al ecuatoriano Leonardo Campana, quienes aportaron goles importantes en la pasada temporada.
Stefanelli, de 29 años, arribó a la franquicia que tiene a David Beckham como uno de sus principales inversiones en enero del año pasado proveniente del AIK Estocolmo de Suecia. El ex Defensa y Justicia, Villa Dálmine, Anorthosis Famagusta de Chipre y Unión La Calera de Chile estaría cerca de regresar al fútbol trasandino. Su próximo destino sería el Everton de Chile, donde llegaría por expreso pedido del director técnico argentino Francisco Meneghini, quien lo conoce de su paso por Unión La Calera en 2021. Los de Viña del Mar, además del torneo local, tienen como objetivo dar el golpe en la Copa Sudamericana (en la primera fase se medirán justamente ante Unión La Calera).
El delantero oriundo de Quilmes disputó un total de 30 partidos con la camiseta rosa y negra, en los que aportó cuatro goles (dos por la MLS y dos en la US Open Cup). Además de Lionel Messi y Nicolás Stefanelli, los otros argentinos dentro del plantel son Tomás Avilés, Franco Negri, Benjamín Cremaschi y Facundo Farías.
“Él llegó y no sabía como saludarlo: si darle la mano, un beso o abrazarlo... Quería hacer todo junto. Le di un beso y nos pusimos a charlar. Cuando salió la noticia, no caíamos. Decíamos que era mentira. No lo creía, decía que no iba a pasar. Yo no lo creía hasta que lo saludé. Si me pongo a pensar, sigo sin caer hasta el día de hoy”, esbozó el punta en su momento sobre su primer encuentro con la Pulga.
Además, destacó el talento que derrocha el 10 cada día que toca el balón: “Lo veo en los entrenamientos y se me cae la baba. Después, cuando da un pase y está de espaldas al jugador, me pregunto: ‘¿Cómo ve ese pase? No puede ser’. Por eso también es el mejor jugador de la historia”.