Nicolás De la Cruz dejó atrás un ciclo glorioso con 10 títulos en River Plate, siendo el más importante la Copa Libertadores 2018 ganada a Boca Juniors en Madrid, pero al año siguiente debió levantarse por la caída contra Flamengo en la definición de 2019. A más de cuatro años de aquel partido, el volante fue presentado con la camiseta de su verdugo y una de las preguntas hechas en conferencia de prensa giró en torno a lo sucedido en el Estadio Monumental de Lima, Perú.
El futbolista fue consultado sobre cómo se vivieron las horas posteriores al traspié por 1-2, donde el Fla se llevó el título con dos goles de Gabigol en un puñado de minutos. Mientras el periodista hablaba, comenzaron a dibujarse una serie de muecas y risas por la particular situación e, inicialmente, De la Cruz buscó esquivar la respuesta con un escueto “paso, paso”. Allí, el reportero profundizó en su interrogación y el protagonista cedió: “Eso me hace sentir muy incómodo porque no me gusta perder a nada, y más una final de Copa Libertadores”.
“El sentimiento era de mucho dolor, decepción. Nos preparamos para ganar esa copa, no sucedió. Creo que fue un partido parejo, pero bueno... Ahí termina la respuesta mía”, zanjó la cuestión el futbolista de 26 años, quien acumuló tres goles y tres asistencias en 12 encuentros de aquella edición perdida contra el cuadro brasileño.
En medio de su presencia, el vicepresidente de fútbol, Marcos Braz, analizó las complicaciones surgidas en la operación y valoró el deseo del flamante refuerzo para recalar en Río de Janeiro: “Su antiguo club (River Plate) nunca quiso sentarse a escuchar ningún tipo de propuesta. Lleva toda la vida en la selección uruguaya, en todas las categorías inferiores. Es mundialista. Es campeón de la Libertadores, campeón argentino. Es la talla de jugador que merecen los hinchas del Flamengo”. A pesar de que aún no se conocieron las cifras oficiales, los medios brasileños apuntaron que la negociación se cerró en los 16 millones de dólares de su cláusula de rescisión con el Millonario.
Más adelante, Nicolás De la Cruz explicó su postura de abandonar Núñez para afrontar su tercera experiencia a nivel clubes, luego de jugar en el Liverpool de Uruguay: “Tomé la decisión hace tiempo con mi familia. Sentía que el club me quería y eso era fundamental para mí. El proyecto que me presentaron era importante, un contrato de muchos años que yo quería. Quería un contrato largo porque me permitirá conseguir muchas cosas. Tengo un proyecto de vida, tengo mis hijos y quiero estar cerca de casa. Aquí hay un ambiente sano y puedo seguir vinculado a mi familia. Para mí fue una combinación de muchas cosas estar aquí”.
“Es un gran placer vestir los colores de esta gran institución. Ha habido muchas complicaciones. Siempre he decidido llevar esta camiseta. Estar ahí es un gran orgullo. Ellos tomaron la decisión de contar conmigo, de contar con mis servicios, en todo momento supe que me querían aquí”, añadió.
A pesar de haber finalizado hace poco su temporada, De la Cruz se puso a las órdenes del entrenador, Tite, de cara al debut de este miércoles en el Torneo Carioca: “Jugué mi último partido el 22 de diciembre. He hecho un cambio. Estoy un poco cansado, pero estoy aquí. Estoy preparado. He entrenado con el grupo. Y si el entrenador quiere darme minutos, estoy disponible para los partidos”.
Flamengo es el máximo campeón del Campeonato Estadual de Río de Janeiro con 37 títulos, aunque viene de perder la final del año pasado contra Fluminense y tuvo un año convulsionado después de tener cuatro técnicos entre los ciclos de Vítor Pereira, Jorge Sampaoli y el propio Tite, sumado al breve interinato de Mário Jorge, DT de la Sub 20. Cerró el Brasileirao en la cuarta posición a cuatro puntos del ganador, Palmeiras, y logró la clasificación a la Copa Libertadores 2024.