La transferencia está prácticamente hecha: Valentín Barco será comprado por el Brighton & Hove Albion inglés, que le dará a Boca Juniors 10 millones de dólares correspondientes a su cláusula de salida. Durante su estadía con la Selección Sub 23 en el Preolímpico de Venezuela, último evento previo a ser presentado en suelo británico, el Colo pasará la revisión médica y firmará su contrato por cuatro años y medio, con opción a extenderlo por uno más. En la Premier League reina la expectativa por el arribo de un joven que es casi una celebridad por su potencial en un videojuego.
Los fanáticos del fútbol inglés ansían ver en cancha a una de las joyas del Football Manager, el simulador que invita a los usuarios a experimentar las vivencias de un entrenador de fútbol. Barco es uno de los destacados de este videojuego que nació en Inglaterra en 1992 con el nombre Championship Manager y es muy similar a la serie de simuladores que se crearon en España también en la década del 90 llamada PC Fútbol.
“Brighton está listo para fichar a la estrella más comprada en Football Manager en un golpe al Manchester City”, es el título de un artículo escrito por el periodista Félix Keith en el periódico británico Mirror. En la nota dan cuenta del interés que el equipo dirigido por Josep Guardiola había mostrado en el talentoso zurdo que estuvo cerca de ganar la Libertadores con Boca el año pasado. “Valentín Barco es un lateral izquierdo altamente valorado que ha sido explorado por el Manchester City y aclamado por Football Manager como una estrella del futuro, y está en camino a Brighton”, describieron al Colo.
A una semana de haber salido a la venta la última versión del Football Manager, Barco fue la joven promesa más comprada por los usuarios, dentro de un Top 10 que también tuvo al italiano Wilfried Gnonto (Leeds United), el portugués António Carlos (Benfica), el kuwaití Roony Bardghji (Copenhague), el francés Jean-Clair Todibo (Niza), el danés Patrick Dorgu (Lecce), el niveriano Victor Osimhen (Napoli), el marfileño Ousmane Diomande (Sporting de Lisboa), el colombiano Yáser Aspirilla (Watford) y el croata Martin Baturina (Dinamo Zagreb).
“A pesar de su falta de experiencia senior, muchos fanáticos del fútbol lo conocen debido a su potencial en Football Manager, donde es una de las estrellas más compradas del juego”, expresaron en el diario inglés sobre el canterano que explotó el año pasado de la mano de Jorge Almirón.
En The Sun también presentaron a Barco como “la estrella más comprada en el FM24″ y lo definieron como el “niño maravilla”. “Barco es conocido por muchos fanáticos a través de Football Manager, ya que es la estrella más comprada del juego debido a su alto potencial. La sensación adolescente es predominantemente lateral izquierdo, pero también puede jugar más arriba en el campo como extremo”, aseguró el cronista Alex Smith en el diario británico. No son los únicos medios de ese país que ya hablan sobre el lateral izquierdo. El periodista Simon Jones escribió una nota en el Daily Mail donde lo definió como “el chico maravilla”.
No es un dato menor el de Barco en el “Manager”, ya que este simulador de fútbol ha tenido una inesperada influencia en los últimos años en la escena mundial con el caso del entrenador del Stade Reims de Francia, Will Still, como paradigma: se inspiró para ser director técnico gracias al Football Manager. El estratega belga de padres ingleses y apenas 31 años estudió en una escuela francesa y siempre fue un apasionado por el fútbol. A los 20 años comenzó como ayudante de campo influenciado completamente por este videojuego: “Football Manager me dio el impulso para querer formar un equipo. Quería poder hablar con los jugadores. Quería tener esa relación. Quiero decir, estaba bien en el fútbol, pero FM me permitió tener una idea de cómo era realmente administrar un equipo”.
Still ha revelado públicamente que como de niño no le dejaban tener una PlayStation, con su hermano jugaban al Football Manager en la computadora familiar: “Nos dedicábamos a crear una plantilla, elegir un equipo, organizar los entrenamientos, asegurarnos de que el equipo iba en la dirección correcta. Todos los detalles”. Tales fueron las condiciones que desarrolló que el Reims se dispuso a abonar una multa de 25.000 euros por cada partido que dirige al primer equipo, ya que todavía no cuenta con la licencia de entrenador.