Cuando aparece el nombre de Thierry Henry, el mundo del fútbol se pone de pie. El francés supo ser uno de los jugadores más emblemáticos de su época. Campeón del mundo con su selección en el Mundial Francia 98, el exquisito delantero brilló en cada club que jugó, pero fue en el Arsenal, de Inglaterra, donde dejó una huella que será reconocida por siempre.
Después de su retiro como futbolista, el siguiente paso en su carrera fue la de convertirse en entrenador. En la actualidad, Tití tiene en sus hombros la responsabilidad de liderar al conjunto galo que buscará la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Más allá de eso, en las últimas horas, salió a la luz una entrevista íntima en la que dio detalles de lo traumática que fue su infancia y cómo se dio cuenta que había atravesado momentos de depresión a lo largo de su trayectoria deportiva.
“Mi padre, la primera vez que me tuvo en brazos, dijo: ‘Este bebé va a ser un futbolista increíble’. Desde ese momento, estaba programado para triunfar, costara lo que costara”, fue una de las primeras declaraciones del ex jugador y hoy DT de 46 años en una extensa charla en The Diary of a CEO, un podcast británico.
“Tenía una misión. Tenía que hacer realidad su sueño para complacerlo”, agregó Henry sobre la particular relación que forjó con su padre Antoine. En esa misma línea, quien supo anotar 446 goles en su carrera, de los cuales 53 fueron en el seleccionado mayor francés, recordó una anécdota que vivió después de ser figura en un partido cuando tenía 15 años.
“En el coche, mi padre me preguntó: ‘¿Estás contento contigo mismo?’ Yo ahí le contesto: ‘Bastante contento’. Entonces me dice: ‘Pues no deberías estarlo: has fallado en esto, has fallado en lo otro…’ Me dejó en la casa de mi madre y, al verme la cara, ella me preguntó: ‘¿Perdiste el partido?’”, relató Henry en su extensa charla de casi dos horas con Steven Bartlett, el conductor del show. En aquella ocasión, según contó el ex jugador del Mónaco, Juventus y que tuvo un último paso por la MLS (New York Red Bull), había convertido seis goles en ese encuentro.
La separación de sus padres cuando él tenía 8 años fue otra situación que marcó la infancia del histórico goleador del Arsenal inglés (228). El nacido en Les Ulis, isla de Francia, marcó que “”no veía mucho amor y cariño” en su casa de joven. “Este entorno puede destruirte o construirte, pero yo decidí que me construiría a mí”, dijo Thierry, que se fue de su hogar a los 13 años para sumarse al centro de formación Clairefontaine para jóvenes futbolistas en Francia, ubicado en Yvelines.
El paso de Henry por la Premier League tras nueve temporadas en los Gunners dejó una marca en su carrera. Tras disputar más de 370 partidos en el club, el delantero galó mudó su fútbol a España. En 2007 se calzó la camiseta del Barcelona, pero algunos conflictos en su vida privada lo llevaron a sufrir episodios que nunca antes había atravesado.
“No conocía los signos de la depresión”, dijo en la entrevista sobre lo que vivió en su estadía en Cataluña en medio de su divorcio con Nicole Merry. “Me adapté de cierta manera. Eso no quiere decir que camine recto, pero camino, pongo un pie delante del otro, como me han enseñado desde niño. Nunca he dejado de caminar”, expresó en relación a cómo atraviesa sus días luego de padecer un momento que lo marcó.
Campeón del mundo y de Europa con la selección de su país, Tití también brilló en sus clubes. Ganó 20 títulos en su carrera entre los diferentes equipos que jugó y hace cinco años que reparte sus días como técnico y analista/comentarista en diferentes cadenas de TV en el mundo. Tras un breve paso por el banco del Mónaco AC, fue asistente de Roberto Martínez en el combinado belga en los últimos dos Mundiales (2018-2002) y también fue el DT del Montreal Impact, franquicia canadiense en la MLS.
En Norteamérica fue donde lo encontró la pandemia. Y una situación que atravesó con sus hijos y sus familiares más cercanos lo hizo abrir los ojos como nunca antes sobre su forma de vivir: “Hizo falta algo así para que me diera cuenta de lo que era la empatía. Solía llorar todos los días por nada”, recordó. En febrero de 2021, decidió no volver a Canadá y estar juntos a sus íntimos.
“Mis hijos me salvaron literalmente. Cuando bajé la valijas para darles un beso de despedida, todo el mundo se echó a llorar: la niñera, mi novia, los niños... Por primera vez sentí que alguien lloraba por mí, me sentí humano. El pequeño yo que llevaba dentro se nutrió de ese amor. Ese día sigue siendo especial para mí: es como encontrar por fin algo que llevas buscando toda la vida, sin saber lo que es”, expresó.