A los 37 años, Enzo Pérez le puso punto final a su fructífero paso por River Plate, después de ganar diez títulos en seis temporadas. “Se termina una gran etapa de amor que soñé desde chico, siempre soñé jugar con esta camiseta, jugar con este club. A esa gente de por vida le voy a estar agradecido”, dijo tras consagrarse en el Trofeo de Campeones ante Rosario Central. “Me voy con los lindos recuerdos, en paz, con la tranquilidad de haber dejado todo, de vaciarme como jugador”, añadió.
Pero lejos está de finalizar su carrera como futbolista. De hecho, mientras está de vacaciones, recibió varios sondeos del país y del exterior. En la MLS hicieron sonar su teléfono (¿Inter Miami?), también de varios clubes de Brasil. En Argentina lo espera Deportivo Maipú, el club de su corazón en Mendoza, su provincia natal. No obstante, un viejo mojón en su trayectoria ya le abrió las puertas.
Martín Gorostegui, presidente de Estudiantes de La Plata, le confirmó al portal 0221 que la familia pincharrata sueña con su regreso: “Me encantaría que venga mañana, la cuestión es que lo dijimos siempre y somos respetuosos de los momentos, por eso tenemos una expectativa genuina de que si termina decidiendo de quedarse en Argentina, a nosotros nos encantaría que viniera”.
Enzo brilló en dos etapas en el conjunto albirrojo: entre 2007 y 2011, y en 2012. Ganó un certamen local y la Copa Libertadores 2009, bajo la tutela del inolvidable Alejandro Sabella. “Ahora está de vacaciones, que piense tranquilo con su familia, sabe que vamos a estar ahí para recibirlo. Cuando partís de la base de que en este caso tiene que decidir, si no lo tiene decidido, sos una posibilidad. Le vamos a abrir la puerta”, amplió el titular de la institución.
“El contacto siempre estuvo y está, estuvo en la despedida de Gastón (Fernández). Llegó y era como si no se hubiera ido nunca y el sentimiento y la relación están intactas con él”, concluyó el directivo, esperanzado con la idea de repatriar otro hijo pródigo, como sucedió con Pablo Piatti, José Sosa y Guido Carrillo; una apuesta que terminó con la conquista de la Copa Argentina, con Eduardo Domínguez como DT.
En efecto, el volante, dos veces Mundialista con la selección argentina (Brasil 2014 y Rusia 2018) aprovechará los días que le quedan de descanso para reflexionar sobre su futuro. Recién al regreso, la semana que viene, definirá dónde continuará con su carrera, que se inició en Deportivo Maipú (debutó con 16 años en la liga local), pasó por Godoy Cruz, el Pincha, Benfica, Valencia, River, y puede retornar a La Plata, donde ofreció una de sus mejores versiones.