Pocas veces en la historia del fútbol moderno ha sucedido algo como lo que ocurrió el fin de semana en la segunda división de Escocia durante el partido entre el Raith Rovers y el Arbroath FC, porque una decisión del director técnico del conjunto visitante pasó de ser calificada como descabellada a ser tildada de maestra. El responsable fue Ali Adams.
El arquero de 32 años es suplente de su equipo y esta temporada no había sumado minutos en el terreno de juego. Pero, en el partido disputado el sábado, su equipo sufrió las lesiones de sus delanteros y, como perdía 2 a 0 y no había demasiadas variantes, su entrenador lo mandó a la cancha a jugar como centroatacante.
“Obviamente es diferente, pero para ser sincero lo que pasó por mi mente fue que había 4 mil personas en el estadio y que la mayoría de ellos pensaba que era una broma, pero bueno yo pensaba que si me daban esa oportunidad no iba a dejar que piensen ese tipo de cosas. La afición ha sido siempre fantástica, sin importar cuántos sean, así que cuando iba a entrar me planteé no avergonzarme a mi mismo ni a ellos. Creo que lo he hecho bastante bien, supongo que sí”, declaró al término del partido.
Es que a los 76 minutos, Adams recibió una pelota en mitad de cancha, a 30 metros del arco rival, y de mediavuelta desenfundó una volea que sorprendió a todos y se coló por encima del arquero rival para anotar el 1-2 de su equipo y sellar un gol digno del premio Puskás. “No imaginé hacer eso (el gol) pero definitivamente pensaba que iba a tener impacto en el juego”, contó en diálogo con el canal de Youtube del Arbroath.
“Como nadie espera nada de ti, es como si estuvieras jugando al fútbol con tus amigos o algo así. Así que la pelota vino y realmente no pensé mucho, simplemente la golpeé tan pronto como supe que estaba ahí”, comentó sobre la jugada. “No sabía si iba a entrar, pero sé que puedo patear una pelota, lo sé. Pero la realidad es que nunca pateo en una situación así”, dijo entre risas al reconocer que su fuerza le permite animarse a probar de media distancia, pero su rol de arquero se lo impide. “Simplemente me quedó ahí y pateé, no estaba pensando mucho en girar y tirarla por arriba. Solo pasó. Insisto, nunca pensé”.
El gol de Adams fue crucial porque ese descuento llenó de ánimo a sus compañeros y a falta de 10 minutos para el final el equipo alcanzó el 2 a 2 mediante un penal anotado por Leighton McIntosh.
En las redes sociales, su tanto dio la vuelta al mundo y ahora los aficionados exigen que sea tenido en cuenta para el premio Puskás que la FIFA entrega en la gala de The Best. Por la espectacularidad de la maniobra, el contexto y la singularidad, seguramente la Casa Madre del Fútbol lo incluya en la gala y habrá que esperar para saber si este arquero de 32 años se alza con un trofeo inesperado.