La selección de Brasil está atravesando uno de las peores terremotos de su historia. En medio de una crisis de identidad, con la Confederación (CBF) intervenida por la Justicia, un entrenador interino, su principal figura, Neymar, lesionada y con un cúmulo de resultados negativos en las Eliminatorias que lo ubica sexto en la tabla después de haber perdido como local, ante la Argentina, por primera vez desde que se tenga registro en esta competencia, la Canarinha ahora ha recibido un coletazo más. Carlo Ancelotti, quien era el principal candidato a asumir las riendas del equipo en 2024, renovó su contrato con Real Madrid hasta 2026 y tiró a la basura cualquier tipo de posibilidad de aceptar la propuesta.
En este contexto, los portales de noticias brasileños reconocen que el clima de desconcierto e incertidumbre predominan en el seleccionado cuyo último título fue la Copa América 2020 y que hace 21 años que no siquiera juega una semifinal de un Mundial. Pero, todos coinciden en que en los últimos días, sobre todo después de la destitución del presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, se esperaba que esto sucediera tarde o temprano.
El experimentado técnico italiano tenía el apoyo del ex líder del organismo que fue eyectado de su silla por el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, ente que nombró en su lugar a José Perdiz, líder del Tribunal Superior de Justicia Deportiva, quien deberá llamar a elecciones en enero, porque de lo contrario podría provocar que FIFA expulse a Brasil de sus competencias.
En este marco, es imposible saber quién será el próximo entrenador del seleccionado local, pero la única certeza es que hasta junio ese rol lo ocupará Fernando Diniz. El DT campeón con Fluminense de la Copa Libertadores asumió de manera interina tras la salida de Tite en diciembre de 2022, pero los resultados obtenidos desde entonces y el rendimiento de la Canarinha han provocado que su presencia sólo genere más preocupación.
Los fanáticos brasileños, que añoran aquellas épocas en donde el fútbol verdeamarelo dominaba Sudamérica y el mundo, ahora se han acostumbrado a ver un equipo apático que no encuentra el rumbo y que además ha dejado muchos puntos claves en el camino en las Eliminatorias que empiezan a causar un dolor de cabeza de cara al Mundial 2026. Es así que la danza de nombres ha comenzado.
Obviamente, en medio de este clima, la posibilidad de que Diniz sea el técnico en la Copa América de Estados Unidos 2024 es la opción más posible hasta el momento, al menos hasta que se celebren elecciones y haya un nuevo presidente que elija a otro entrenador. Por otro lado, en la prensa local ya se han barajado varios apellidos como los del portugués Jorge Jesus, que tuvo grandes procesos al frente del Benfica y de Flamengo, con el que ganó la Copa Libertadores 2019. Pero, hace poco que aterrizó en el Al-Hilal de Arabia Saudita y por lo tanto su salida no sería sencilla.
Otro de los favoritos del público es Abel Ferreira, cerebro detrás del Palmeiras multicampeón, que levantó dos Brasileiraos y dos Libertadores, admirador de Marcelo Gallardo. También aparece en esta lista Renato Gaúcho, campeón con Gremio de la Libertadores 2017 y toda una institución en el fútbol local, por haber dirigido también a Fluminense, Vasco Da Gama y Athletico Paranaense, entre otros, actualmente en el conjunto de Porto Alegre. Ya con menos fuerza algunos portales señalan a Dorival Júnior, otro de los que más conoce de la liga doméstica y de último paso por San Pablo. Con 61 años se encuentra libre y acumula 9 títulos, incluida la Libertadores 2022 con Flamengo.
Más allá de la larga nómina, en la CBF no puede decidir absolutamente nada hasta que no celebre elecciones, que serán realizadas a mediados del próximo mes. Una vez celebrados los comicios, con las nuevas autoridades en el cargo, habrá un panorama más claro en medio de esta incertidumbre que ha sembrado la decisión de Ancelotti de decirle que no a Brasil para continuar en Real Madrid.