El Mundial de rugby Francia 2023 dejó momentos memorables que quedarán en la mente de los fanáticos para siempre. Los cuartos de final fueron catalogados como los mejores de la historia de la máxima cita por los duelos cerrados y emocionantes que disfrutaron los espectadores. Sin embargo, hubo un aspecto negativo que encontró el entrenador de Gales a lo largo del certamen y opinó que hay que modificarlo lo antes posible antes de que el deporte se vuelva monótono: el juego con el pie.
A través del medio inglés The Telegraph, Warren Gatland reveló que durante una convención junto a países de segundo nivel en la disciplina, como Chile, Portugal, Uruguay, Rumania y Namibia (estuvo junto al ahora ex coach de Fiji, Simon Raiwalui), dimensionó un problema dentro del rugby. El experimentado director técnico argumentó que la faceta más importante en el juego en este momento es “la correcta utilización del pie y la estrategia de patadas”.
Para entender la dimensión de las palabras del integrante de los Dragones Rojos, en la reciente Copa del Mundo hubo un promedio de 56.9 patadas por partido: fue la cuarta cita máxima en la que más se utilizó el pie por detrás de las ediciones de 1987 (65.7), 1991 (63.5) y 1995 (59.1). “La parte media del campo se convirtió en el área donde nadie quiere llevar la pelota”, añadió Warren y respaldó su postura en que cualquier penal en dicha zona usualmente termina en conversión de puntos para el equipo rival.
A continuación, explicó que teniendo en cuenta Francia 2023 “el país que más pateó en cada partido tuvo un 80% de victorias”. Dentro de los ejemplos explícitos apareció el duelo inaugural entre Argentina e Inglaterra por el Grupo C, en el que los europeos tuvieron 43 patadas contra las 21 de Los Pumas y se reflejó en el marcador con una aplastante derrota de los sudamericanos por 27-10.
Gatland recordó la temprana salida en cuartos de final contra la Albiceleste y se excusó en que Gales perdió “el duelo de patadas a pesar de hacer más rupturas, más metros de acarreo y más pases”. Vale recordar que Emiliano Boffelli anotó 19 puntos en aquella memorable victoria de Argentina por 29-17 para acceder a la semifinal de la Copa del Mundo, donde cayó con Nueva Zelanda.
El entrenador de 60 años propuso una serie de innovadores cambios para que el deporte vuelta a tener la dinámica de sus épocas doradas. Su primera modificación es apuntada al arbitraje: pidió que las expulsiones impliquen una sanción de 20 minutos fuera del campo al jugador, como ya se está utilizando en el Super Rugby, y no en la totalidad del partido ya que “no queremos que las semifinales o las finales se decidan por tarjetas”.
La siguiente propuesta se concentró en eliminar definitivamente el mark y se basó en que sólo “ralentiza el juego y elimina parte del riesgo de poner balones altos en la 22 contraria”. Además, añadió que otro punto fundamental para agilizar el juego es intentar acelerar el armado de los scrums dado que actualmente se puede gastar un minuto entero del reloj entre la previa y el lanzado del balón.
Para cerrar, el coach planteó dos modificaciones más. Darle a la oportunidad de un scrum a cinco yardas o un line a la misma distancia en caso de que un equipo sea detenido a pocos metros del ingoal, en lugar de un drop que normalmente envía la pelota hasta a mitad de cancha. Por último pidió una considerable reducción en las sustituciones o que incluso se utilice el viejo sistema por el que solo podían hacerse cambios en caso de lesiones.