El equipo de Girona Fútbol Club vive un momento culminante en su historia durante la temporada actual, considerando que comparte el segundo escalafón de la liga local con 45 puntos, empatando con el coloso Real Madrid. Este rendimiento ejemplar, tras una seguidilla de victorias, ha hecho que la posibilidad de que el club catalán logre clasificar a la Champions League se haya convertido en un sueño palpable para sus seguidores. La capacidad de terminar la temporada en el ansiado top cuatro es un hito que podría marcar un antes y después en la institución.
Pero no todo es euforia en el panorama europeo. El debate sobre la participación en la próxima Champions League se ha intensificado no solo por aspectos deportivos sino también por una cuestión de índole reglamentario que podría afectar tanto al Girona como al Manchester City, quien ostenta el último el trofeo de campeón del torneo continental.
La preocupación surge de la regla establecida en el artículo 5 del reglamento de la UEFA, que prohíbe la participación en una misma competición de múltiples clubes regidos por un mismo propietario o entidad. Dicha restricción surge para preservar la integridad y la equidad en los torneos que organiza la UEFA.
El conglomerado City Group Football tiene considerable injerencia en ambos equipos, con un 47% en el Girona y un dominante 86% en el popular club inglés. A raíz de esto, los reflectores apuntan al posible conflicto de intereses al compartir propietarios en común.
Pese a la controversia, existen antecedentes en los que dos equipos sí pudieron disputar el certamen en simultáneo, pero cumpliendo ciertos requisitos a los que tendrán que estar atentos. Clubes como el Aston Villa inglés y el Vitória de Guimarães portugués (de V Sports), el Brighton inglés y el USG belga (de Tony Bloom) y el Milán italiano junto al Toulouse francés (de RedBird Capital), han sido casos en los cuales equipos compartiendo una propiedad han conseguido sortear la reglamentación de la UEFA para competir simultáneamente, gracias a una serie de maniobras y mecanismos reglamentarios.
Entre las estrategias se ha destacado el cambio de los miembros de las juntas directivas que controlan los clubes, disminuyendo así la conexión directiva entre las dos entidades, incluso al compartir un mismo dueño.
El organismo rector del fútbol europeo ha estipulado una serie de condiciones para permitir la participación de clubes bajo la multipropiedad. Éstas incluyen una reducción significativa en la influencia de los inversores sobre uno de los clubes, la transferencia del control efectivo y la toma de decisiones a una parte independiente, limitaciones en la financiación y en la representación en los consejos de administración, así como en la participación en asambleas generales y en la capacidad de decidir sobre ciertas políticas clave.
Ante esta realidad, el Girona deberá adaptarse a las normas de la UEFA. Esto implica que miembros del City Group en el Consejo de Administración del Club deberán renunciar a sus puestos, y que no se permitirá cooperación entre los equipos pertenecientes al grupo comercial, tanto técnica como comercialmente, durante el torneo (deben evitar las transferencias de jugadores entre sí hasta la siguiente edición).
Llevándolo a la práctica, por ejemplo, el Manchester City y el Girona comparten el nombre de Guardiola. Mientras que Pep es el entrenador del conjunto inglés, su hermano Pere es uno de los dueños del equipo catalán (tiene un 16% de las acciones). Entendiendo esa conexión, el menor de los Guardiola debería hacerse a un costado de su cargo para evitar cualquiér vínculo entre ambas entidades. Al mismo tiempo el jeque Mansour bin Zayed, de Emiratos Árabes Unidos, se ocupa de la gestión de la junta directiva en ambas instituciones. Otro de los nombres que aparece en común es el del agente francés Martin Buchheit.
A pesar de que los antecedentes fueron positivos en las tres situaciones anteriores, el destino de estos dos clubes se perfila como un desafío interesante y al que deberán estar atentos ya que, de continuar por el mismo camino, el City Group deberá emplear fusiones tácticas deportivas y maniobras administrativas, para lograr que sus dos buques insignia puedan brillar en la máxima competición de clubes sin transgredir las normativas del fútbol europeo.