“Mi hija… Mi hija”. Eso era lo que gritaba Belén Casetta segundos después de llegar a la meta y lograr un triunfo histórico en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. En la prueba de los 3.000 metros con obstáculos, la oriunda de Mar del Plata pasó a otras tres competidoras en la última vuelta para quedarse con la medalla dorada. A eso, le sumó que rompió los relojes y se quedó con el récord panamericano de la disciplina.
Después de un año soñado, la fondista lo coronó con el máximo galardón que puede recibir un deportista amateur. En la edición 2023 de los Premios Olimpia, el Círculo de Periodistas Deportivos la eligió junto a Messi como los más destacados del año y se llevó la estatuilla de oro compartida con el astro rosarino. Para el atletismo argentino, significó el cuarto en su historia tras los conseguidos por Osvaldo Suárez (1958), Juan Carlos Dyrzka (1963) y Germán Chiaraviglio (2006).
Más allá de este premio, la vida de Belén estuvo marcada por el esfuerzo y la superación. Esa misma que, de la mano de sus mentores (Leonardo Malgor y Daniel Díaz), alcanzó ser una de las pioneras en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010 con sólo 16 años de edad. A partir de allí, comenzó una carrera sobresaliente: ganó el Iberoamericano en 2016 y clasificó a los JJOO de Río 2016. Pasó el tiempo y en los Panamericanos Lima 2019 se subió al tercer puesto del podio hasta que, como sucedió con muchos atletas, la pandemia la golpeó con crudeza.
Cuando todo comenzó a paralizarse por el virus, ella estaba en Kenia, en un especial plan para entrenarse en la cuna de los corredores. Quedó varada, pero luego de una gestión pudo regresar al país. El calendario cambió y Tokio 2020 llegó en el 2021. Su resultado no fue el esperado y eso la hizo tener la necesidad de resetear su idea relacionada al deporte. Participó en competencias de triatlón y de carrera de montaña hasta que, en 2022, volvió a dar la nota en los Juegos Suramericanos de Asunción.
“Llegó el momento de bajarme del alto rendimiento por unos meses. Estoy feliz de contarles que se viene un nuevo integrante en mi familia”, dijo Belén una vez que se bajó del podio con la medalla de oro colgada en el pecho. Sí, corrió 3.000 metros con obstáculos con un embarazo de tres meses.
La marplatense nunca dejó de entrenarse y, con ayuda de sus médicos, readaptó los entrenamientos. Primero, para poder competir y clasificar a Santiago 2023, y luego del nacimiento de su hija Lina (15 de mayo de este año), llevó a cabo su plan para correr en la cita que se realizó entre fines de octubre y principios de noviembre en la capital de Chile. ¿Cómo le fue? Clavó los relojes en 9:39.47 y bajó el anterior récord continental en casi dos segundos (9:41.45) que tenía la canadiense Geneviève Lynn Lalonde desde los anteriores Juegos Panamericanos.
“Como madre tenemos energía extra. Después de que di la vuelta, a los 400 metros trataba de buscar a Lina. Hasta ahora tampoco es que recuerdo mucho, porque me dijeron que había hecho récord panamericano ni bien estaba haciendo una nota. Mi emoción fue cruzar la línea y querer ver a mi hija”, expresó Casetta después de conquistar la dorada.
La consagración de Belén fue superlativa. En su primera prueba oficial tras ser mamá, se quedó con una victoria que la alienta a buscar su revancha olímpica en París 2024. “Vine a disfrutar de mi primera carrera después de cinco meses y medio. Ya estaba feliz, no esperaba ganar. Fueron cinco meses y medio, ¿cuánto podía preparar?”, dijo tras llegar a lo más alto del podio panamericano.
“Tengo los pies sobre la tierra y no estoy entrenando o descansando como antes. Administro la energía, los kilometrajes, no hago los doble turno que hacía, pero vine con otra cabeza, a disfrutarlo con ella”. Esa fue la fórmula de Casetta para hacer historia hace algunas semanas. Hoy, coronó un 2023 inolvidable para su vida con un premio que va directo al corazón.