Este 29 de diciembre del 2023 se cumplirá una década del trágico accidente que sufrió Michael Schumacher mientras esquiaba en los Alpes Franceses durante sus vacaciones con su familia en la estación de Meribel. Desde aquel entonces, la información sobre su estado de salud se conoce a cuentagotas y fue días antes de que se cumplan los 10 años de aquel episodio cuando un periodista alemán reveló dos errores inéditos que pudieron haber cambiado la historia.
En una serie de podcasts para la emisora radial alemana ARD, Jens Gideon, quien fue uno de los primeros en llegar a la escena aquel 29 de diciembre, presentó hallazgos que hablan de errores de juicio tanto del ex piloto como en las operaciones de rescate posteriores al incidente, el cual dejó al siete veces campeón de la F1 con graves lesiones cerebrales.
El primer detalle apuntó a una decisión cuestionable de Schumacher al esquiar en condiciones peligrosas fuera de pista. El alemán comentó que pudo hablar con un instructor de esquí local (lo llamó André), que trabajaba hacía años en la estación de Meribel y supuestamente fue uno de los primeros en acudir al rescate de Schumi, y que éste le afirmó que la falta de nieve hizo que ese fuera un día peligroso para esquiar. “Uno no entra allí en un día como ese”, le dijo el instructor refiriéndose a la escasez de nieve y a la mayor exposición de rocas.
“Estaba claro que no había suficiente nieve”, señaló André, quien también advirtió que el hecho de circular “fuera de pista” era aún más arriesgado: “Ni siquiera en las pistas había condiciones ideales para esquiar. Era muy peligroso aventurarse fuera de pista en un día como ese”.
El segundo aspecto clave que influyó en las secuelas del accidente fue la subestimación de la gravedad de la situación por parte de los equipos de rescate, ya que Schumacher se mantuvo consciente tras la caída pese a haber golpeado su cabeza contra una roca. Según el instructor de esquí, esa primera observación pudo haber conducido a una valoración errónea de sus lesiones.
Ese desacierto produjo que inicialmente decidieran transportarlo a un pequeño hospital local en Moutiers, aunque en medio del viaje su estado empeoró rápidamente (perdió el conocimiento y fue intubado) por lo que, después de aterrizar, se vieron obligados a trasladarlo al centro especializado de Grenoble. ”Schumacher podría haber estado en Grenoble tres minutos antes”, reconoció Gideon en base al testimonio del instructor, que consideró que el tiempo perdido en el cambio de ruta fue crucial para atender los daños cerebrales del piloto alemán.
Tras arribar al centro médico, Schumacher fue operado en dos oportunidades y permaneció seis meses en coma, hasta que en junio de 2014 despertó.
Desde el fin de su estancia en coma, el estado de salud del ex piloto de F1 se ha mantenido en reserva. El silencio ha sido total, contratándose al abogado Félix Damm para proteger el derecho a la privacidad de la familia. Corinna Betsch, la esposa de Schumacher, junto con la portavoz Sabine Khem, han mantenido un hermetismo absoluto sobre su condición.
Jean Todt, expresidente de la FIA y quien fuera jefe de Schumacher en Ferrari, ha sido de las pocas voces que ha hablado recientemente sobre el expiloto. En una entrevista con L’Equipe, Todt comentó que “Michael está aquí, así que no le echo de menos. Simplemente, ya no es el Michael que solía ser”.
Por otro lado, el periodista suizo Roger Benoit contó algunas intimidades sobre su relación con el ex piloto y afirmó que, si bien desconoce el estado actual, lo de Schumi es “un caso sin esperanza”.
Uno de los últimos en hablar sobre el mútliple campeón de la F1 fue su ex mánager Willi Weber, quien se lamentó por no tener “noticias positivas después de diez años”. Cabe recordar que tanto él, como su hermano Ralf Schumacher, no tienen contacto directo con los principales responsables del cuidado del alemán.
“Cuando pienso en el pasado, las imágenes que me vienen a la mente son de los cuatro pasándolo bien. Veo imágenes nuestras conduciendo un Kart por el campo, veo imágenes nuestras paseando en un carruaje tirado por un pony, muchos momentos que recuerdo con alegría. Desde el accidente, esas experiencias, esos momentos tan típicos en una familia ya no están presentes. Al menos no como antes. Y en mi opinión es muy injusto. Creo que mi padre y yo ahora nos entenderíamos de otra forma. Creo que hablaríamos un lenguaje muy similar, el del automovilismo, y tendríamos mucho de qué hablar. Y eso es lo que no dejo de pensar. Pienso en lo genial que sería, que hubiera sido. Daría cualquier cosa por tener eso…”, confesaba su hijo Mick en 2021 en el documental de Netflix de nombre Schumacher.