Juan Román Riquelme iniciará su segunda gestión a cargo de Boca Juniors, aunque dejará la vicepresidencia para ejecutar el rol más importante: el de titular del club. Con Jorge Amor Ameal como compañero de fótmula, derrotó a Andrés Ibarra-Mauricio Macri en las elecciones que se llevaron a cabo en La Bombonera.
El ex enganche, que a lo largo de estos cuatro años tuvo bajo su órbita el entramado del fútbol (junto al Consejo de ex futbolistas que él mismo compuso), tendrá en las próximas horas varias decisiones determinantes que tomar en cuanto al devenir de la pelota. Por ejemplo, JRR tiene que definir el nuevo entrenador. Y todos los cañones apuntan a Diego Martínez.
El ex orientador de Tigre y Huracán dejó el Globo, precisamente, envuelto en rumores que lo ubicaban en La Ribera si se imponía el oficialmismo (Martín Palermo era el candidato al banco de la oposición). Este lunes se espera un contacto que puede ser definitivo entre el DT, que supo trabajar en la cantera del Xeneize) y Riquelme, para determinar su llegada. Ya había sonado cuando asumió Jorge Almirón, pero entonces el Gigoló tenía compromiso vigente con el Matador.
¿Refuerzos? Los habrá. Hay tres nombres que aparecían como cercanos en las últimas semanas. Uno de ellos luce fija: Ever Banega. El mediocampista, de 35 años, acaba de romper su vínculo con el Al Shabab de Arabia Saudita y se espera que retorne al club que lo formó. Junto a él, podría arribar Rubén Botta (comenzó a sonar cuando Colón sufrió el descenso). El ex volante ofensivo de Tigre y San Lorenzo, de 33 años, es alternativa para dotar de variantes al plantel.
Lo mismo que Arturo Vidal, por quien hubo elogios de ida y vuelta con Riquelme. El veterano polifuncional, de 36 años, quedará libre del Atlético Paranaense. Habrá que ver si ese impulso que se advertía hace semanas se sostiene con la confirmación de la continuidad del Consejo de Fútbol, con el que venía dialogando.
Seguramente también habrá salidas: está la chance de que emigre Darío Benedetto, aunque si se da, sólo será al exterior. Facundo Roncaglia y el Pulpo González son dos que seguramente se marcharán. ¿Y Valentín Barco? Lo más probable es que sea vendido, ante la multiplicidad de sondeos y frente a la evidencia de que en un año puede quedar en libertad de acción. Su cláusula de salida asciende a diez millones de dólares. Manchester City, Chelsea y Brighton son algunos de los clubes que lo siguen.
¿Y el Consejo de Fútbol seguirá integrado por los mismos nombres? ¿Continuarán Alfredo Cascini, Mauricio Serna, el Patrón Bermúdez y el Chelo Delgado? ¿Se sumará alguna gloria más? Las versiones indican que, luego de varias conversaciones (que son habituales, por la relación que los une), Riquelme le habría arrancado a Carlos Bianchi una promesa de colaborar, al menos desde el rol de asesor.
En un año que Boca tendrá por delante los certámenes locales y la Copa Sudamericana, Riquelme buscará continuar dándole su impronta a la gestión, aunque ahora sentado, aunque ahora sentado en el sillón de la presidencia.