Aquel día quedará por siempre guardado en la retina de los fanáticos. Esos seis pasos que dio Gonzalo Montiel desde la puerta del área hasta el punto penal para cruzar la pelota y evitar las intenciones del arquero Hugo Lloris son parte de los libros de historia del fútbol nacional. Aquel disparo significó el tercer título del mundo para la selección argentina de fútbol, a 36 años de la última coronación.
El gol de penal, que llegó tras los aciertos de Kylian Mbappé, Lionel Messi, Paulo Dybala, Leandro Paredes y Randal Kolo Muani, decantó en la conquista del trofeo más preciado gracias a que Dibu Martínez se agigantó para generar los errores de Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni.
“La gente me hace saber todo el cariño, me lo hace vivir. Cuando entro a las redes suben cosas, veo videos e imágenes del Mundial. ¿Cómo hacés para no llorar? Uno se emociona, viví cosas muy lindas en el Mundial, lo disfruté mucho y me emociono. Mi familia me manda todos los videos. Lo miro ahora y digo ‘qué loco’. Fue un momento único, soñado. Se me pasaron muchas cosas, sacrificios míos y de mi familia que me ayudaron a estar donde estoy. Soy lo que soy gracias a ellos”, relató el protagonista del momento dorado en una entrevista que dio tiempo atrás a DirecTV.
La euforia en Argentina generó que millones de personas salgan a la calle apenas se decretó el título mundial. Incluso días más tarde, cuando el plantel arribó al país y se subió a un micro para recorrer la ciudad y compartir con los fanáticos la coronación, se estima que hubo 4 millones de ciudadanos colmando los rincones para vivir el éxito en Qatar, del que hoy se cumple un año. Infobae repasa ese momento tan soñado.