Al ex ciclista estadounidense Lance Armstrong le sacaron los siete títulos del Tour de France por los casos de doping positivo lo que confirmó ciertas sospechas por su dominio absoluto. A sus 52 años, el deportista de los Estados Unidos reveló cómo hizo para doparse sin ser detectado en plena competencia. Sus recientes testimonios causaron una revolución tanto en su disciplina como en el deporte en general.
“Sí, puedes enmascarar el uso de sustancias dopantes, pero no consiste en eso. En ese sentido, frustrarías el sistema, pero como siempre he dicho, y no intento justificar que lo digo como algo que quisiera volver a repetir… Una de las frases era ‘me han hecho 500 controles y nunca he dado positivo por dopaje’”, afirmó Armstrong en el podcast del presentador de televisión Bill Maher, Club Random.
“No es mentira, es la verdad”, reconoció. “No había forma de saltarse el test. Cuando meaba en el vaso y ellos revisaban el vaso, no había nada”, repitió. Sobre cómo esas sustancias lograron estar limpias en el momento de la revisión, reconoció que “la realidad y la verdad de todo eso es que alguna de esas sustancias, principalmente las más beneficiosas, tienen una vida media de cuatro horas”, confesó Armstrong.
Armstrong, que supo dejar atrás un cáncer testicular, aseguró que “otras sustancias, como el cannabis o los anabolizantes, tienen vidas medias más largas. “Podías fumar un porro y conducir tu tractor… y en dos semanas seguirías dando positivo. Su vida media es mucho más larga”. Esto no ocurrió con la EPO que era la sustancia que le mejoró su rendimiento para imponerse en la tradicional prueba gala.
“La EPO, que era el combustible para cohetes que cambió no sólo nuestro deporte, sino todos los deportes de resistencia, tenía una vida media de cuatro horas, así que salía del cuerpo muy rápido. Con una vida media de cuatro horas, podías hacer las cuentas”, contó el texano que usó EPO, testosterona para mejorar el rendimiento.
“La verdad es que tenías una droga que era indetectable, que te mejoraba el rendimiento y la recuperación. Ambas cosas son importantes, pero en especial el rendimiento… Y como nos hicieron creer, y con lo que no estoy en desacuerdo, es que si se toma bajo la supervisión de un médico, es segura”, agregó. Aunque esgrimió que no quiere promover a que nadie repita su error: “No quiero animar a nadie a hacer algo que no tiene por qué hacer”.
Armstrong ganó el Tour de France en siete ocasiones consecutivas (1999-2005), pero en 2012 fue acusado de dopaje sistemático por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), que decidió finalmente retirarle las siete victorias por dopaje, además de suspenderlo de por vida.
Esta decisión fue ratificada por la Unión Ciclista Internacional, que anuló su palmarés a partir 1 de agosto de 1998 hasta su retiro en 2011. También perdió la medalla de bronce olímpica obtenida en contrarreloj en Sídney 2000. Sus títulos se limitaron al Mundial de 1993, dos victorias de etapa en el Tour de France, la Clásica de San Sebastián de 1995, la Flecha Valona de 1996 y el Campeonato de Estados Unidos en Ruta de 1993.