Los socios de Tigre se dieron cita en el estadio José Dellagiovanna para definir las autoridades. Con una participación de alrededor de 2.600 miembros, el resultado fue contundente: Martín Suárez, el candidato de Sergio Massa y de la agrupación oficialista “2 de junio Azul y Rojo”, obtuvo una victoria abrumadora con el 73% de los votos.
La jornada electoral del Matador se desplegó en simultáneo con varios clubes, como Boca, San Lorenzo, Colón, Chicago y Deportivo Morón. Sin embargo, la particularidad de estos comicios radicó en el hecho de que, luego de más de una década, hubo una lista opositora en la contienda. La agrupación “Frente Primero Tigre”, liderada por Javier Ferreira, buscó presentar una alternativa a la conducción vigente, aunque sin el éxito suficiente para desplazar al favorito de los afiliados al club, que respaldaron al oficialismo, con el que se mantuvieron en la élite, cosecharon una Copa de la Liga, llegaron a una final y disputaron certámenes internacionales en los últimos años.
Las elecciones cerraron el capítulo de la extensa presidencia de Ezequiel Melaraña que comenzó en 2016, quien decidió no continuar al frente de la institución del barrio de Victoria. Los socios, en consecuencia, optaron por la continuidad en la línea dirigencial eligiendo a Martín Suárez como presidente, acompañado de Guido Pericoli y Rodrigo Molinos como vicepresidentes. Cabe destacar que, de acuerdo al estatuto interno del club, el mandato que ahora comienza tendrá una duración de tres años.
La elección de Suárez, que previamente ocupó el cargo de vicepresidente, pone de manifiesto la confianza depositada en su figura para liderar al Matador en esta nueva etapa. Una de sus primeras y más significativas decisiones será la elección del director técnico que dirigirá al equipo en el campeonato de 2024, ante la inminente salida oficial de Lucas Pusineri. Personalidades de la talla del ex entrenador Néstor Gorosito y el ex ministro de Economía y actual diputado nacional, Sergio Massa, también formaron parte de este día histórico para el club, evidenciando el peso de la institución en la comunidad.
Precisamente Pipo, un hombre de la casa y que supo dar una vuelta olímpica al comando del primer equipo, es candidato a asumir en el banco de suplentes. La política dejó su marca en el estadio: las urnas hablaron y con un resultado contundente que resonará en el futuro cercano del club. La pelota sigue rodando en Tigre, pero ahora bajo la nueva dirección.