Todos los especialistas del boxeo coinciden en que la pelea donde Nicolino Locche se consagró campeón mundial en la categoría peso superligero ante Paul Takeshi Fujii fue una obra maestra del pugilismo nacional jamás superada. Ese 12 de diciembre de 1968, el boxeador mendocino no sólo apeló a sus artes defensivas inigualables, sino que impactó tantas veces con izquierda en la cara del rival que lo obligó a abandonar en el noveno round. Fujii había enceguecido por la hinchazón de sus ojos.
A 55 años de ese triunfo, Infobae revive esta remake de la pelea a modo de homenaje, relatada por primera vez con voces argentinas. En 1968 aún no había transmisiones satelitales para Argentina. En todo el país las alternativas del combate llegaron por transmisión radial. En Tokio, sentados a dos metros del ring, estaban el relator Osvaldo Caffarelli (fallecido en 2002), el comentarista Ernesto Cherquis Bialo (actual columnista de Infobae) y el locutor Jorge Cacho Fontana.
Ese 12 de diciembre llovía con furia en Buenos Aires, y un joven cadete llamado Walter Nelson Meloni escuchó el relato de Caffarelli y los comentarios de Cherquis guarecido en un kiosco mientras alargaba el retorno a su lugar de trabajo. Años después, Walter comenzó a trabajar como periodista deportivo y se casó con la hija de Caffarelli. Ya conocido como Walter Nelson desde que comenzó a relatar, su voz está ligada a cientos de peleas de los últimos años.
En el cincuenta aniversario de la pelea de Tokio Infobae convocó a Walter Nelson para que relate el combate sobre la película original y a Ernesto Cherquis Bialo, el comentarista que vivió aquella noche mágica en Japón, para que volviera ver y a emocionar a los oyentes con la pelea que él mismo define como “la joya del boxeo nacional”. Al cumplirse un nuevo aniversario se republica esta reactualización de la epopeya de Tokio.
Cómo se hizo
El relato para esta versión se realizó en los estudios de Infobae, donde el relator y el comentarista observaron la pelea completa con el audio ambiente original. Aunque ambos sabían que la grabación podía detenerse en cualquier momento, aceptaron el desafío profesional de relatarla de principio a fin para que se obtuviera una sola pieza.
Durante todo el combate ambos estuvieron sentados a un metro y medio de la pantalla, salvo en un momento en el que Cherquis Bialo se incorporó en el medio de un round, para mostrarle a Walter Nelson que ese hombre sentado en la segunda fila era él mismo. Cincuenta años después, mientras volvía a comentar la pelea de Tokio desde los estudios de Infobae, Ernesto Cherquis Bialo se encontraba a sí mismo en las imágenes originadas el 12 de diciembre 1968.
Aunque Ernesto y Walter son viejos conocidos, solo se encontraron quince minutos antes de relatar la pelea, no había guión y la premisa era interactuar de acuerdo al oficio de ambos. Cuando terminaron de grabar de un tirón los nueve rounds de la pelea más grandiosa del boxeo argentino, Cherquis le dijo a Walter Nelson: “Me sentí como si hubiéramos relatado juntos toda la vida”.