El arquero Sergio Rico contó detalles desconocidos tras el accidente que puso en riesgo su vida: “Mi último recuerdo es que venía en el avión”

El futbolista del PSG brindó por primera vez una entrevista desde que dejó el hospital tras estar 82 días internado

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El arquero Sergio Rico habló sobre el accidente que sufrió

Sergio Rico paralizó y preocupó al mundo del fútbol el pasado 28 de mayo tras sufrir un accidente con un caballo en la romería de El Rocío (Huelva). El arquero del Paris Saint Germain estuvo 10 semanas internado, con varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En agosto, luego de 82 días hospitalizado, fue dado de alta del Hospital Virgen del Rocío de la ciudad de Sevilla.

El guardameta español de 30 años, que sufrió un traumatismo craneoencefálico y tuvo que ser operado de un aneurisma cerebral tras recibir un golpe que le propinó un caballo, brindó por primera vez una entrevista con El Partidazo, programa que se emite por Cadena Cope.

“Gracias a Dios cada día mejor. De momento sigo en Sevilla, aún no tengo el alta médica al 100%. Sigo por el tema de revisiones, para no andar tomando aviones cada vez que tenga que venir a revisiones”, comenzó su relato el hombre del Paris Saint Germain, quien aún no puede realizar la práctica deportiva de manera profesional: “De momento no puedo, lo tengo limitado a 130 pulsaciones; pero dentro de esa limitación estoy haciendo todo lo posible. Salgo a caminar, hago todo tipo de ejercicios para ir retomando lo que es la fuerza de piernas, core, trabajos de prevención, y demás. Hago todo lo que puedo, mientras no supere esas 130 pulsaciones que me recomendó el médico”.

Rico sostuvo: “No recuerdo absolutamente nada. No recuerdo nada, incluso más allá del coma. Al final la sensación que tenía era muy fuerte, muy, muy fuerte. Estamos hablando de fentanilo. E incluso en el proceso este de que me bajaron la sedación y tal, porque no lo pueden quitar de buenas a primeras. Es decir, tiene que ser progresivo por el tema de abstinencia y todo ese tipo de cosas. No recuerdo absolutamente nada de ese proceso tampoco. Alba, mi mujer, muchas veces me cuenta anécdotas que pasaban con las enfermeras o con familiares o amigos y no recuerdo absolutamente nada”. Y luego, añadió: “La verdad es que hemos tenido muchísima suerte. Bueno, he tenido mucha suerte. ¿Por? Porque al final ha sido todo un proceso súper duro, y que gracias a Dios no tenga ninguna secuela y que quede todo bien, que me acuerde de todo, que coordine a la hora de hablar. Todo perfecto. La verdad es que es un milagro. Los médicos así lo dicen y y gracias a Dios. Pues mira, estamos aquí para para seguir dando guerra y deseando de volver a los terrenos de juego, que al final es lo más importante”.

Hay un desfase de, no sé, tres, cuatro o cinco horas antes del accidente hasta que despierto en el hospital. Es lo único que no recuerdo. Después de todo, todo, todo, absolutamente todo”, remarcó el ex Fulham de Inglaterra y Mallorca de España. “Mi último recuerdo es que venía en el avión. Salgo después del partido, y el aeropuerto de Sevilla cierra temprano. Me hacen desviarme a Málaga. Recuerdo el llegar a Málaga, que un amigo me recoja con el coche, que es un poco el que me ayuda cada vez que necesito algo de transporte o así, y empezar dirección a la Huelva. Y a partir de ahí no recuerdo nada más hasta que desperté en el hospital. De hecho, he pasado por la zona donde ocurrió todo y demás, y nada. No recuerdo absolutamente nada”.

Vale destacar que los 82 días hospitalizados dejaron una huella, ya que durante ese periodo perdió casi 20 kilos. “Pesaba en torno a los 91, 91 largo, casi 92 kilos; y me quedé en 73″, detalló. Sin embargo, con el correr del tiempo, logró recuperar algo de peso y ahora ronda los 88. “Ya se me nota físicamente. Hostia, ¡Madre mía! Cuando salí del hospital ahora veo las fotos y demás y digo ‘Madre mía, un palillo’”, manifestó.

“La verdad que ha sido una situación muy difícil porque son muchos días de hospital, sin novedades, o incluso con muy malas noticias. Muchas ocasiones, sobre todo al principio, la verdad que se hace muy duro y muy cuesta arriba, puesto que yo los primeros casi 30 días, los 26 días que estuve en coma. Mi familia iba a visitarme y no tenían respuesta ninguna, lo que veían era una persona ahí dormida y listo”, resaltó con crudeza. Sergio también valoró y agradeció la importancia de su pareja, Alba Silva. “Ahí muestra el gran corazón que tiene. Ella en todo momento es educada con todo el mundo, pase lo que pase, más allá de las circunstancias. Y la verdad que es una campeona, y estoy muy orgulloso de ella que de haberla elegido”. El guardameta, producto de esta situación, llegó a una importante conclusión: “Te hace verlo abrir los ojos y darte un golpe de realidad en el que por más allá de lo que tú has comentado, la salud es igual para todos y cuando llega una situación de esta no hay dinero que lo salve.”

Ante la consulta del conducto de si es factible su vuelta a los campos de juego, soltó: “Realmente es posible. Fue lo primero que pregunté cuando desperté, y los médicos me dijeron que sí, que una vez que quede cerrado el aneurisma al 100% ellos no veían ningún impedimento a la hora de ejercer mi profesión”. No obstante, luego advirtió que aún no hay un plazo establecido para ello: “Pues la verdad es que no, lo llevo con demasiada calma, sabiendo cómo soy, Lo llevo con demasiada calma, puesto que no está en mi mano. Ojalá si estuviera en mis manos, yo estaría ya pegando jugando. Pero como tengo que seguir los pasos de los doctores, que al final son los que mandan y y los que me han salvado la vida prácticamente, entonces estoy acatando las órdenes de ellos sin pasarme a lo más mínimo”.

Este tiempo fuera de los campos de juego también hizo que el arquero vea varios partidos: “La verdad que estoy viendo mucho fútbol, porque al final cuando estás ahí entrenando cada día la presión de tu equipo, tenemos que ganar... La Champions viene de situaciones difíciles, y hay partidos incluso intersemanal o fines de semana. No te da tiempo realmente, o incluso acabas un poco hasta saturado, ¿no? Yo siempre lo he dicho, que prefiero ver una película antes que un partido. Puesto que a mí lo que me realmente me gusta es jugar, es jugarlo. Pero es verdad que ahora no puedo jugarlo. Hostia, me lo estoy viendo todo”.

“Duermo bien, perfecto. Hasta el momento duermo de maravillas. me siento súper bien. Con el paso del tiempo cada vez mejor. Me encuentro súper bien, con ganas de que me dé un poco de libertad el médico porque al final me encuentro bien, me siento bien, con ganas de más, deseando volver a la rutina, entrenar con los compañeros para sentirme futbolista y deseando de retomar eso que se anhela muchísimo”, concluyó.

Su última aparición a nivel deportivo fue el sábado 27 de mayo, cuando formó parte de la convocatoria del PSG para el penúltimo partido de la liga francesa ante Estrasburgo, donde empataron 1-1 y se proclamaron campeones del torneo. Tras ese compromiso, se trasladó a la aldea de El Rocío, donde tuvo el accidente.

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