Su acento cordobés refuta a su pasaporte francés y Sacha Fenestraz se siente más argentino que nunca. Por primera vez en su campaña corrió con la licencia Automóvil Club Argentino (ACA). Lo hizo en la Fórmula E con la escudería Nissan y este año también fue contratado por un equipo de Fórmula 1 para trabajar en su simulador y debido a sus buenos resultados está a las puertas de una posible prueba en 2024. En charla con Infobae revela los detalles.
“En 2024 seguiré un año más con Nissan y a la par estoy trabajando con un equipo de Fórmula 1 en su simulador para potencialmente tener una prueba el año que viene. Lo bueno es que podré tener la Superlicencia, ya que tenía los puntos vigentes. Ya firmé todos los papeles hace un par de meses atrás, así que viene un lindo año”, cuenta.
“Los puntos que sumé son los de la Súper Fórmula y Súper GT de 2022 y 2021, el año del COVID-19 (2020) se pausó, y deben haber agarrado los puntos de la Fórmula 3 Japonesa cuando fui campeón en 2019. Cuando tuve la reunión con este equipo de F1, los 40 puntos los tenía. Ellos me apuraron con lo de la Superlicencia porque a finales de este año iba a perder esos puntos y ellos no querían que pasara esto porque quieren que me suba a uno de sus autos”, explica el piloto de 24 años.
Cumplió 24 años el 28 de julio y pasó más de la mitad de su vida en la localidad cordobesa de Santa Catalina, cerca de Colonia Caroya, donde se instaló con su familia. Fue seis meses después de su nacimiento en Annecy, un pueblo alpino en el sureste de Francia. Su pasión por el automovilismo la lleva en la sangre. Su madre, Stephanie, es francesa. Ella corrió el Rally Dakar junto a Gabriel Pozzo en 2009 y en 2010 pudo terminar la carrera más dura del mundo siendo navegante del galo Michele Turon. Sacha se subió por primera vez a un karting a los tres años y a los cinco ya tenía su licencia para correr. Se formó en los kartódromos de Colonia Caroya y en el de Jesús María.
Con 13 años volvió a Europa para correr en karting y en 2015 debutó en autos y compitió en la Fórmula 4. En 2017 fue campeón de la Fórmula Renault Europea. En ese momento integró el programa de desarrollo de pilotos de Renault F1, pero a fines de 2018 lo desafectaron porque no cumplió con los resultados esperados en la Fórmula 3 Europea, pero no contó con un buen auto con el equipo Carlin. En 2019 se mudó a Tokio y logró el título de la Fórmula 3 Japonesa.
Luego corrió en la élite de ese país asiático, en el Súper GT y la Súper Fórmula, que detrás de la F1 es una de las dos categorías de monopostos más importante del mundo junto a la IndyCar. Fue subcampeón de la Súper Fórmula en 2022 y luego pasó a la Fórmula E, en un desafío distinto e importante al correr en una divisional en la que debe administrar la energía en las carreras, ya que los autos son eléctricos.
Si bien no pudo conseguir buenos resultados globales, estuvo metido en la lucha durante sus carreras para conseguir podios en su primera experiencia completa en autos eléctricos y hasta consiguió una pole positions. Estos parciales, que son los que también prestan atención los ingenieros de equipos, le valió la convocatoria para el team de F1.
“Me contactaron durante la temporada. En mayo, después que hice la pole positions en Ciudad del Cabo (febrero). Hablamos con mi manager, que me preguntó si tenía ganas, y obviamente le dije que sí, que es un sueño. Me representa la empresa ADD Management que es la misma de Lando Norris (F1 con McLaren) y Zane Maloney (Fórmula 2) y Jake Dennis (campeón de Fórmula E)”, confiesa.
“Es en un equipo por demás inesperado. No puedo decir cuál, es por un tema de confidencialidad. No es Alpine, más allá de la alianza con Nissan. Me probaron arriba del simulador, me fue muy bien, me firmaron para trabajar con ellos un par de años y la posibilidad de subirme al auto de F1 está. Lo sé y ahora hay que esperar cuándo será”, revela.
Sobre su labor en esa escudería afirma que “desde hace siete meses los estuve ayudando en el simulador para varias carreras a distancia y seguiré varias carreras con ellos el año que viene. Dependeré del calendario con la Fórmula E, que sigue siendo mi prioridad. Debo tener más de dos mil vueltas en todos los circuitos de F1 de esta temporada”.
Sacha es amigo de Lando Norris, quien a su vez tiene la misma empresa que lo representa. El piloto inglés también tiene 24 años y corre en McLaren desde 2019. Aún no ganó y suma 13 podios.
Respecto de la Fórmula E describe que “es muy diferente al estilo de manejo, a lo otro que estás acostumbrado sobre un auto de Fórmula. La distribución de peso, el estilo de carrera es diferente porque tenés que administrar la energía. Vos cuando empezás la carrera ya no tenés la energía suficiente. Tenés que guardar un 40 por ciento para llegar al final”.
Además, se refiere a las dificultades de competir en una categoría diferente, en la que no siempre los pilotos pueden acelerar: “Es muy difícil porque como piloto estás acostumbrado a estar a fondo, a tirarte a pasar todos los autos y acá tenés que pensar bastante y enés que pensar en cada cosa. No tiene tanta carga aerodinámica (alerones y otros aditamentos). En una vuelta el auto te hace una cosa, en otra vuelta pasa otra cosa. Es muy imprevisible. Pero me encantan las carreras porque como piloto tenés muchísima estrategia que hacer con el equipo. Tenés que manejar con la cabeza fría y ser muy inteligente. Es algo que lleva su tiempo. Muchas veces este año venía peleando por buenos resultados, por el podio, y por manejar mal la energía me penalizaron al final de la carrera”.
Hasta 2022 corrió con bandera y licencia francesa, pero desde este año comenzó a hacerlo con la licencia argentina y espera que en 2024 aparezca la bandera albiceleste en las carreras de la Fórmula E. “Desafortunadamente nunca tuve apoyo de Argentina. Igual desde principios de 2023 estoy corriendo con licencia del Automóvil Club Argentino. Eso es un sueño cumplido. Ahora lo que falta es que cambien en la Fórmula E porque la bandera que usan es basada en tu pasaporte y como aún estoy tramitando el argentino, estoy hablando con el presidente de la categoría para que pongan la bandera argentina”, concluye.
Sacha Fenestraz disfruta de sus últimos días de vacaciones y el 25 de diciembre volverá a Europa para encarar la próxima temporada que será muy importante, al punto de poder cumplir su gran sueño de subirse a un auto de F1. Sería en principio una prueba, pero nadie le podrá negar que tocó el cielo con las manos.