La Superliga de Turquía vivió un bochorno este lunes en uno de los encuentros que cerró la decimoquinta fecha. Ankaragucu recibió este lunes al Rizespor y el equipo local ganaba 1-0 con el gol del rumano Olimpiu Moruțan, pero el árbitro Halil Umut Meler adicionó siete minutos y ahí llegó el empate del argentino Adolfo Gaich. Al terminar el partido el presidente del Ankaragucu, Faruk Koca, ingresó en el campo de juego y le pegó al referí, que cayó al piso y también recibió patadas.
El partido fue friccionado: a los cinco minutos del complemento, el Ankaragucu se quedó con diez jugadores por la expulsión de Ali Sowe. Después, el Rizespor también sufrió una roja con Emir Han Topcu.
Ankaragucu perdió dos puntos en su búsqueda por salir de la mitad de la tabla pues se ubica décimo entre veinte conjuntos. Estuvo a punto de conseguir su quinta victoria en el campeonato, pero el tiempo extra, que facilitó la agónica igualdad del ex delantero de San Lorenzo, generó la ira de Koca, que entró corriendo a la cancha y, sin mediar palabra, le apegó a al juez, que no pudo mantenerse en pie y una vez en el piso siguió sufriendo la agresión física.
Las imágenes son impactantes porque el árbitro se tapó su cara en el piso, pero no pudo evitar recibir los golpes y padeció patadas de otro integrante de la delegación local. Una vez que pudo pararse, se pudo ver cómo le quedó el ojo izquierdo, hinchado y morado. Luego fue atendido y trasladado a un hospital local en la ciudad de Ankara.
El tema produjo un escándalo en Turquía y la continuidad de la liga se vería afectada. La dirección de la Federación Turca de Fútbol se juntó de forma urgente y se conoció que el gremio de los árbitros tomó la determinación de no dirigir en la próxima jornada, para reclamar por las agresiones que sufrió el árbitro.
En tanto que el presidente de la Federación, Mehmet Buyukeksi, se manifestó al respecto: “Cualquiera que les pegue a los árbitros y no tenga en cuenta cómo terminará esto debería pensar detenidamente lo que pasó esta noche. Los presidentes de clubes y los aficionados deberían pensarlo detenidamente. Que todos vean esto y piensen bien”.
“Esta noche se ha asestado un golpe vergonzoso al fútbol turco. Todos los involucrados pagarán el precio. Nadie puede hacerle esto a nadie, especialmente a un árbitro. No aceptamos esto. Estoy realmente muy triste. La decisión que tomemos será muy dura y pagará el precio. Los árbitros no son chivos expiatorios. Pronto anunciaremos las medidas”, agregó Buyukeksi. La actual Superliga Turca es liderada por el Fenerbahce y el Galatasaray de Mauro Icardi.
En tanto que el asunto trascendió lo deportivo y el ministro de Justicia, Yılmaz Tunc, avisó que se puso en marcha una investigación judicial contra los responsables de la agresión al juez Umut Meler. Es posible que Koca no pueda ingresar más a un estadio. También es posible que su equipo sufra sanciones duras como la quita de puntos o reducción de ingreso del público local.